CANTO DE NOSOTROS (en Subcantos).


Subcanto I



Salgo de casa ahora menos incógnito,
La mirada que trajo delante de mi rostro ya no destapa la realidad
de los que suelen ser parte de la madrugada humana
donde caen de la hoja como el rocío al pasto.



Aún no comencé a decir lo que quiero,
El silbato que resona en mi mente me confunde,
me llama a la mesa,
Y me llama de lejos
Y me llama en silencio.



Cuando la luz abre sus ojos,
el mundo entero se vuelve hacia el destino,
que suelen tener las ramadas de un árbol,
Un destino cada vez mas delgado y la vez mas largo.



Así se ubican en la calle de la vida mis piernas que hacen mi cuerpo moverse
cada vez en mas estrechas sendas,
cada vez a lo largo de mas camino y en delante,
cada vez más y cada vez más hacia, hacia, hacia los limbos del río.



Pero todo eso se hace poco a poco,
con la temperatura cierta del aire,
Y con la paciencia que tiene el árbol,
En crecer y estirarse. 



La vida.
La orilla de la vida,
Que oímos como un céfiro,
desde lo mas hondo de nuestros anodados pensamientos.






Subcanto II



La poesía se escribe con lápiz 5B sobre papel humedecido
esto, entonces, no es poesía
esto, entonces, es un canto a nosotros
con una voz tan llena que no deja lugar a respirar tranquilo



Cada vez que asesino, siento que muero por fin
Cada vez que presto vida, veo que mejor es regalarla
Si clavo los ojos sobre el bajar de una cascada
acabo relleno de lágrimas de agua



Cantar es el comienzo de una liberación de algo
Gritar es la exageración de un canto
y aunque a veces me de por gritar, enardecidamente
no puedo nunca dejar de cantar cuando agonizo



Coloqué un zafiro sobre un ombligo cubierto de semen
resbaló y resbaló hasta caer sobre la alfombra
tuve el impulso de juntarlo con la boca,
de morderlo con mis dientes agujereados.



Bebí mi sangre un tres de diciembre
y hoy soy el vampiro de mí mismo
ni necesito ni merezco glóbulos ajenos
afilo mis colmillos en ayunas, como crece el sol



En la cabeza de un alfiler
habita el doble de lo que la sociedad pueda pensar alguna vez
y nosotros no conseguimos envidiarlo todavía
por carecer imaginación y por abundar orgullo



Prefiero el arrullo de una mujer cuando acaba
verla tirada sobre la cama, disuelta
palpitar las contracciones vaginales
palpitar las expansiones que piden más



Sobre una alfombra de limones rojos
pienso caminar como si fuesen fuegos amarillos
cada paso pisará una eternidad
cada articulación programará un camino



Si alguna vez prefiero vino, ¡no te me acerques!
Si castigo en una prosa rabiosa a la patria
es porque no creo en ella, ni en todas las vidas que mató
para seguir comiendo más habitantes confundidos y, sobre todo, mal conducidos



Hubo una vez en que comí carne cruda
era roja, tibia y sudaba con cada respiración
hoy en día me da por chupar la carne
estirar sus labios y lastimar algo de su contextura con los dientes de adelante



La mujer empieza desde el pie izquierdo
y continúa en el muslo derecho
avanza su forma con la teta del centro
y acaba a los gritos y pidiendo siempre un poco más






Subcanto III



Mis manos están atadas a un canto,
Veo en mí la parte de la hormiga que acompaña los hombres,
En el mismo sentido que lleva al abismo,
Y cerro los ojos y sueño.



El murmullo se hace mas audible,
Mas vago, mas perverso, son las gentes que caminan,
por entre mi pensamiento que viaja,
en el ultimo vagón del tren.



Mi cuerpo se mezcla con tantos otros cuerpos incógnitos,
Y todos los olores penetran en mí,
Vienen y se van de mí,
Espolvorean el aire que respiro.



Con mi retina dibujo la forma,
De esa mujer que me seduce,
Sin saber de mi existencia me seduce,
Yo estoy invisible y transparente,
Como una hoja verde olvidada en el camino.



Pero a esa mujer yo le doy vida,
La hago sentir que se siente,
Que alguna mano cálida molda sus curvas,
Y que hago lineas ralladas con su melena,
extendida al Sol, las yerbas que crecen en el alma.



Miro y miro.
Mas allá del costumbre de usar
los ojos para mirar.
Es que yo estoy ciego,Veo con los ojos cerrados,
Pasando por un campo abierto al mar,
Con flores y pasto y vida en la mano.



Canto.
Y ese canto resuena por entre las paredes del alma,
Bajo el techo del mundo.
Sus melodías son sombras que vuelan libremente encarceladas,
En el espacio de mi sueño,
Las hago libres mientras en mi duermen y se alimentan.



Pero este es el canto de nosotros,
El canto de la lampara prendida,
Suave y amarilla sobre la mesa de noche,
El canto de lo libro abierto en las manos de quien en silencio canta,
En la silla en el salón,
El canto de la mesa que no crea raíces
Por bajo de la alfombra y por eso no crece más,
Es la llama voluptuosa que baila en la hoguera,
Incierta e intensa y ardiente,
Este canto es el canto cálido
Del vino compartido,
De las manos posadas sobre la hoja,
Y los ojos virados hacia adentro.



Me escribo y me hago sueño,
Me canto y me adormezco,
Ensueño y vivo,
Me despierto y me deleito,
Canto.






Subcanto IV



Pocos son los palos que destinan
sonrisas ayudan sólo en movies
parece que sucedió una eternidad
entre estos versos y yo



¡Tanto hace que no me caigo de la cama...!
muero y duermo, ahora, sobre los colchones de almidón
pretendo una vida pretérita de semiprócer literato
mas, nunca más que ahora, me reconozco chato



Duele, como pestaña que cae y pincha el ojo,
reconocer mi presente ausente de mí
acaricia, como mimo de mamá,
sospechar la realización de estas pretensiones anacrónicas



¡He cometido el peor de los pecados que un hombre pueda cometer: leí!
y al leer me leí, me supe
ahora sólo espero remuneraciones almales



no suelo equivocarme mucho y es, ésta, mi peor equivocación
preferí las líneas rectas por no haberme sido presentadas,
jamás,
las majestuosidades de las curvas



que suela andar en curda es, apenas, una mala memoria
recuerdo que una vez soñé participar
ese es el peor de mis dos recuerdos
hoy, sobre el llano, que es la tierra en sí, presiento



"Y el tiempo sí que te olvida..."
decía "DON ADOLFO"
pero como murió, quizá toca a mí decir:
te admiro, señor de los campos y de el alcohol



Me estremece enarcar mis pestañitas
mas, auguro las sorpresas premeditadas
de las espadas, me gustan las que ya no tienen filo
creo en las espadas que acarician más que en las que dañan



Como un candombe del Uruguay, vino la vida a sucederme
me retrajo un poco, al comienzo
logré, con el golpe de tambor, saborear
hoy redimo los momentos que soñé



Si me toca masticar, pongo bien firme los dientes
las muelas me las dejo para morder con seriedad salvaje



Decidí, con este ultraje, que podría participar
más que convencido estoy de lo que decidí
con el compromiso se sospecha nuestra habilidad
"agradecido" es la palabra que quiero pronunciar






Subcanto V



Era esa la hora de la madrugada,
En que las palabras, no sé porque, no sé con que motivo,
Salen al pensamiento como sale el día, aún si su astro,
para prender las luces y adornar las colores en el mundo.



No estaba dormido ni despierto,
Estaba como en un canto, suave y melancólico,
Abrazando una ebriedad del fondo del alma,
en un ensueño a lo lejos de donde estoy.



Las palabras me miraban avezadas,
Me constituyen por entero, me moldaban,
Me enseñaban que estaba amodorrado,
Y en la estrecha dirección de mi sueno.



Loco. Pero un loco con la consciencia de estar loco,
De que esas palabras que penetraban audaces en mi cuerpo mental,
En esa hora de la madrugada,
No sé porqué, no sé con que motivo,
Eran las palabras que constituyen mi canto.



Mis cejas eran las únicas que hablaban en el medio,
Del crudo entendimiento de las cosas,
Sintiéndome solo y distante de mi vida,
Al mismo tiempo parte indispensable del no entendimiento de las cosas. 



Por mi, nada se debía enterar del no entendimiento,
De que lo esfuerzo de los hombres en sembrar la sabiduría,
No se compara a la siembra de una cepa,
Que sabe curar la mente de los incautos.



Mi canto se desvanece, ya está en mí,
En mi cuerpo, en mis venas, en mi sangre,
Sigue el ritmo de lo que veo, no me fatigo,
Estoy en el camino.



Suelo aprender con cada palabra,
Con cada palabra nueva,
El canto de mi amigo,
Entenderlo es entender los hombres,
Es entender lo que digo y lo que canto,
Sin saber de uno y del otro.



La cepa tiene en su verano,
Los que los hombres tiene en su angustia,
Un tiempo frágil de fermentación biológica,
En que el cuerpo gana nuevas perspectivas.



Ya lo dice, ya lo escribí.
Lo que me asusta es que todo esto haga algún sentido,
Que cuando los pétalos se extienden el mundo respire paz,
Y las abejas se van amarizarse con lo bello y lo vivido.



Estoy en la cama escribiendo estos versos,
En la almohada dibujo lo digo,
Me deleito en compañía de truenos,
Dejo me ir hacia lugares desconocidos, viajo.



Cantar es entonces viajar.
Es una pasión diletante del hombre en el buque,
que sabe perderse con precisión en el mar del alma,
Que sepa gritar...



(me olvido del cigarro que arde en el cenicero)



Al final, tanto que me olvido, tanto oremus en mi ser,
Tanto canto por cantar, que vengan peces y las mariposas juntas,
escribir en mis dedos mi enamoramiento,
De mi cautivo anhelo en este atardecer lluvioso y cierto. 



EL cigarro ahora en mi boca, entre mis labios,
El humo sube por mi rostro, pasa por el costado de mis ojos,
Contorna la melena,
Su va hacia el aire, se pierde,
Y yo no me doy cuenta, escribo.



Así debería ser la vida, una indecisión de observar,
Un  perderse en devaneo constante de la memoria,
Un cuerpo femenino adorado al sol,
A la misma distancia que calienta el deseo.



Pero por favor, dejadme respirar canto,
Escribir cantando, amamantar mi destino con las cordas de una guitarra,
Escuchar todos los sonidos en mi oído derecho,
Como un instinto sagaz y del hondo del mar.



Trajo en mi mano abierta,
Fragmentos de piezas de amor y vida,
Me acompaña mi amigo, me da la mano,
Me da su canto, crezco, construyo el pensamiento y voy un poco mas allá,
Me duermo.



Era esa la hora de la madrugada,
En que las palabras no sé porque, no sé con que motivo,
Viene besar mis labios, mis labios ascetas,
Como las serenas en los mitos griegos,
Crecen como la yerba en el pasto.



Así, "fue como yerbas y no me arrancaran",
Como todos los hombres del mundo,
Como casi todos los hombres del mundo,
Como pocos hombres del mundo,

Canto para mi soledad, canto para nosotros.


Subcanto VI



El canto de esta noche se ha esparcido
se ha torcido y engendrado en un canto mayor
sublime
¡El canto de hoy es un canto de felicidad!



Me conciencio en que finalmente he ganado mi estilo
ya no me conciernen los cantos de nadie
y he padecido tanto y tan poco también
que mis pies no están donde ayer los he dejado



Salí a robarle al mundo el rincón que le deseaba
me lo dio de tan mala gana
que hubo que defenderlo de por vida
hoy mis enemigos mayores son las arañas



Palmos que trazo con mis plantas de caminar
llevan eternamente mi gracia
quien observe los surcos que habré de dejar
sólo verán huellas capaces de bailar



Cuesta cada vez menos mirar hacia atrás
el pasado me sonríe y me toca el culo cada tanto
pero ahora puedo gozar...
antes era yo una gran bola de temor



Ayer salí a pasear
me acosté bajo un árbol de copa transparente 
por un momento el cielo fue azul y verde claro imaginario
lleno de pájaros flotantes y nubes aladas



Tirado, así, me dio por pensar
eso es lo que manda la naturaleza
noté que algo había cambiado en mí:
ya no me quería preguntar



Tirado, así, dio al día por lloviznar
gota a gota, logré olvidarlo todo
rehacerme
con el agua que cayó después, noté, curiosamente, que me secaba



Tirado, así, dio hambre a los pájaros
y todos comenzaron a comer de mí
abrían mi piel, bebían mi carne
lo único que sentí era que me curaban



Tirado, así, se me acercó un gato malherido
lamí sus heridas hasta que desaparecieron
luego salió volando hacia el sol
a mí me dio por cagarme de la risa



Tirado, así, dio a las enfermedades por dejar la vida terrenal
lentamente, todo se estaba curando, sanando
de un salto, estuve de pie

el mundo era finalmente como yo lo había soñado una vez


Subcanto VII

No tengo nada que la sociedad desea
es decir, no me toca soportar los males de la sociedad
vivo al margen y sufriendo
existe sólo lo que imagino



no tengo auto, nadie me roba
no tengo casa, nadie quiere quedarse con ella
no tengo amor, eso no lo entienden
no tengo futuro, ¡vivo a salvo de tus males cotidianos!



no tengo envidia, todos me quieren
no tengo orgullo, soy dios
no tengo dinero, salgo tranquilo a la calle
no tengo paladar, me alimenta cualquier cosa a cualquier temperatura



no tengo región ni geografía, habito todo el puto mundo
no tengo historia, no existe prócer que me distraiga
no tengo arte, ...
no tengo suerte, ...



no tengo problemas comunes, nadie puede ayudarme
no tengo codicias, estoy realmente solo sin eso
no tengo ficción, vivo y oprimo todas mis realidades
no tengo pasado, es probable que yo no exista



no tengo desaliento, mi objetivo es mayor
no tengo afinidades, reniego y desafino
no tengo tiempo libre, ¡lo lamento por mí!
no tengo la intención de ser nadie, ¡estoy perdido!



tengo ganas, ¡olvídalo!
tengo fortaleza, ¿dónde?
tengo un hijo, ¿sabe quién eres?
tengo sueños extraños, ¿contemporáneos?



tengo buenos vecinos, ¿qué he hecho por ellos?
tengo un perro callejero, ¿será que no quiere quedarse en mi casa?
tengo una heladera vacía, ¿hasta dónde uno debe llenar la heladera?
tengo una visión fortuita, ¿existen varias visiones?



tengo una gana distinta a cada rato, ¿qué tiempo debe durar una gana?
tengo música todo el tiempo, ¿cuál es problema con el silencio?
tengo casi ningún dolor, ¿qué te gustaría que te duela?
tengo las piernas fuertes, ¿a dónde has ido hoy?



tengo tiempo y tengo odios, ¿no eres demasiado normal?
tengo amor y tengo desengaños, ¿cuánto de cada uno?
tengo momentos de paciencia, ¿conoces la ansiedad?
tengo barba como quiero, ¿el largo de ella es tu desgano cotidiano?



tengo fuerzas, ¿mueves el mundo?
tengo ciencias, ¿qué explicaste hasta ahora?
tengo ánimo, ¿quieres que haga memoria sobre vos?
tengo inquietud, ¿te lo permitieron?



creo que tengo valor, ¿no ha sido escrito eso, ya?
creo que tengo suficiencia, ¿han muerto ya tus padres?
creo que tengo buenas voluntades, ¿con quién te comparas?
creo que todo acaba, ¿qué proyecto empezaste?



creo que soy eterno, ¿te enteraste del delirio de grandeza?
creo que no existe la mujer para mí, ¿entre cuántas podrías elegir?
creo que existe el alcohol, ¿y qué más, señor?
creo que nunca llegaré a fin de mes, ¡bienvenido al mundo, malcriado!



creo que la poesía es un absurdo, ¿sabes algo de la prosa?
creo que no existen los géneros, ¿cómo habría de guiarse la humanidad?
creo que soy no criticable, ¿te ha blasfemado el mundo?
creo en las personas, ¿de qué planeta provienes?



creo que mañana es ayer, ¿qué puedes decirme de la melancolía?
creo que no hay salida, ¿por dónde entraste?
creo que creo en la mañana, ¿estás listo para la noche?
creo que la carne nos pone nerviosos, ¿nerviosos o calientes?



creo en ella, ¿y ella?
creo en vivir, ¿por qué te desvela la muerte, entonces?
creo en cambiar, ¿cambiar de qué?
creo en creer, ¡estás obnubilado por la fe que no tienes en vos mismo!



no creo en la sabiduría, ¿cuánto ganas por mes?
no creo en la política, ¿eres un genio, acaso?
no creo en mí, ¡bienvenido, maestro!
no creo en vos, ¡mátenlo!



no creo en la penumbra, ¿escuchaste nombrar el complejo de persecución?
no creo en las drogas, ¿tanta realidad deseas?
no creo en los semáforos, ¿logras imaginar a todas las personas avanzando cuando lo desean?
no creo en la policía, ¿quién cobraría los impuestos?



no creo en los presidentes, ¡era hora!
no creo en el trabajo, ¿pensamiento?
no creo en el pensamiento, ¿abismo?
no creo en el abismo, ¿te da miedo la tierra?



no creo en nada, ¿estás listo para ese viaje?
no creo en locuciones, ¿quién avisará las propagandas?
no creo en enemigos, ¿conoces la traición?
no creo en la institución, ¿cuántas pudiste elegir y hacia cuántas te obligaron?



no creo en la inercia, ¿al arrancar o al frenar?
no creo en las palabras, ¿estás loco de remate?
no creo en la jubilación, ¿un siempre joven, tal vez?

no creo en el canto de nosotros, ¡no sabes lo que dices!


Subcanto VIII



Voy en el camino,
Buscando los cerros y sus sombras,
Los encuentro mas flacos, otros mas gordos,
Otros con hijos, otros casados, otros ni idea,



Encuentro una ventana abierta,
Un rostro conocido pero incognito,
Encuentro un voz amena y familiar,
Que no conozco, no es mia.
Encuentro las dudas en un rio de cerveza,
No me encuentro acá,
Estoy en el extranjero.



Me arrojo al sol, no muy lejos de las cabezas que abajo solian pensar,
Porque acalienta el sol en este hoy deciembre 29.
Ya tengo el libro abierto sob mi piernas,
La primera pagina merma mis anhelos,
Esta es la viajen del tropico a lisboa.
Del capricornio a mi espirito.



Y yo no quiero vivir mas, quiero expresarme.
Quiero ir con el libro bajo el brazo, en el camino,
Dejarlo en la mesa de un café, con el rostro al sol, sin gafas.
Quiero que lo conozcon los hombres que por mi pasan,
Quiero la ciudad a prostarse aun como una crianza.



Quiero solamente estar parado como una estatua,
De piernas entrecruzadas fingindo que no escucho y que no veo,
Y que no soy,
Pero tener en la fronte la palabra libertad,
escrita con el lapiz por las manos de un nino,



nada mas.



El libro tiene entonces un viajen por el cielo cristalino y azul,
por una ciudad donde el amor llogra espandirse hacia el cosmos,
y retenerse en el limbo, confiscado por una peajen de dios,
esperando el juez y un cafe.




Y yo atribulado y miseravelmente feliz


Subcanto IX

Se me da sueno al cuerpo,
Las horas no madrugan, no sé que hacer,
Para que el reloj se mueve mas allá de su lentitud,
Cotidiana.



Voy y vengo, quiebro las hojas bajos mis pies,
Para que el sonido me haga sentir,
Que el segundo pasa,
Y la hora ajena mas cerca.



Pero no hay hojas en el suelo,
Ni relojes en la pared,
Ni tiempo pasando a mi voluntad,
No hay nada.



Hay solo un silencio de la noche,
Y de las gentes durmiendo,
O a fingir que duermen.
Suspiro lento y pausado como el tiempo..



Cuantos cuerpos acá al lado no suenan,
Sin tiempo ni espacio,
Solo el viajen de la mente inconsciente,
Sobre las tumbas muertas de la hora.



Y yo, y yo ahí.
En la fantasía de tus sabanas,
Moviendo la cabeza en la almohada,
Tango sueno, estoy en un ensueño.






Subcanto  X



Inaudita se muestra mi mano
Es de noche hay medio silencio
Somos cinco en la habitación
Es mi sangre pasmada recuerdo
Pretérito insertado enclaustrado
Sonidos con luces roban sueños
Bondad de plata austera primeriza
Ojos inertes, plenitud precoz
Sonetos, octetos, métrica sin luz
Intimidad obtusas, lánguida incubada
No, no más reposo de palabras
Estúpidamente recriminadas recuerdo
¿En donde está el tiempo controlador?
Desembarque de oriente, llego a mí
Varado a mis pies, de rey o príncipe
La decena de abriles no me conducían
Bellos corpóreos no cubrían mi nobleza
Retargue mi experta y nula habilidad
Cosmológica sindéresis de un cano rulo,
Diría que rebasaba las penta décadas de aire
Orgulloso, desvelo de crónicas intrínsecas
Contemporáneas sonrisas creí mirar
No ocurrió, enmudecí no, mercantilismo si,
Materialismo, me victimo acepte ayer
Restar importancia a un reloj chino
precio módico, en valor ahora murió
en todo caso no lo recordaba, contario
Mi viejo que me proporciono, aquel desvelo
por un onomástico y ahora mis aniversarios
carece de tiempo, carece de estética bruta
ausente mi aire, ausente mi viejo.






Subcanto XI



Se me atragantó una buena alegría en el fondo del culo:
¡ahora sé pensar!
Ayer era desquicio
mañana seré muerte y vida, y sociedad ¡nunca!
Me vi cantando y precipitado
me vi lloviendo y atajando piedras de hielo con las manos
vi cómo se convertían en agua
vi mis propios estados en esta liquidez
Cuando fui niño soñaba mayorazgos
cuando fui mayor creí que faltaba algo
y ahora, que ya no sé qué carajo soy,
quiero que venga lo siguiente
tantas noches estropeado paseé veredas, desde cordón hasta frente
escapaba de la curda que no se encuentra en cualquier botella
escapaba de la curda de mí
escapaba de algo que me conseguía a su antojo
ahora viajo quieto, sentado y bebiendo
¡y nunca he llegado tan lejos!
¿No es viajar sostenerse en el aire mientras el mundo gira bajo nuestros pies?
hoy viajo quieto y sin combustibles
no daño la naturaleza
más bien me acuesto con ella
y trato de hacer de mi lengua un profesional que pega estampillas, miles por segundo
recojo la saliva en baldes que guardo en mi heladera
veces es lubricante para coger y veces es pagadero de impuestos de correos
aunque siempre es
y viajo
y viajo
y viajo
cruzo aduanas, fronteras, tetas y culitos
viajo fresquito desde que sé que no quiero ir a ningún lado
no me asedian mosquitos, ni pedigüeños desamparados
hago el viaje perfecto mientras creo que el mundo está bien
piso playas cada tanto
cada vez menos hay cada tantos
anoche tuve que soñar arena para recordarla
de la espuma del mar quedó sólo el almidón y las aguas vivas
me meé encima toda la noche para quitar el ardor
busqué huellas y heridas a la mañana y sólo hubo topacios
traté con cañas de pescar y pesqué virtudes que me pertenecieron
crecí con una almeja como reflejo de idolatría
eso le dije a mi mamá
tres años yo...
“cuando sea grande quiero ser una almeja... meterme en la arena y desaparecer...”
algo dije que ella nunca olvidó lo que yo quise ser cuando fui chico
algo dije
algo dije
hoy lo logré
hoy soy una almeja...
Meto la lengua dentro de la arena interminable
me escondo
me finjo
y solapo
creo en mi cascarón y en la arena de mi bolsa
soy una lengua que bucea
una lengua que busca humedad
una lengua que descarta sequedades
un lengua que quiere chupar y enterrarse viva
una lengua que quiere besar el piso y sumergirse
una lengua que no sabe que es lengua sino organismo
un organismo que no sabe que es lengua sino complejos
un complejo que no sabe que las incertidumbres son bichos comunes
una incertidumbre que pretende sonreírlo todo
soy un todo con una lengua grande grande grande
y ahora que soy grande extraño la última vez que soñé con algo, despierto
ahora que soy grande quiero lograr mi sueño pequeño de pequeño que sueña...
que sueña que una almeja es un reflejo de futuro
quiero la salubridad mental que da saber que ser una almeja es un reflejo de bienestar.






Subcanto XII




Si la fuerza es absurda
más bien tengamos inquietudes
si me subes con la boca
acá te espero
con el premio
si trabajo en conjunto
no quiero conocer a mis adversarios
si a diario me quedo muerto de miedo
puede que no salga jamás a la calle
si debo combatir
lo haré sin armas
tengo un vagón de tren lleno de palabras eficaces
y también ases
que acuden a mis manos por las mangas
eso es viejo...
me pongo grande y siento que las palabras vuelven y vuelven y vuelven
como ciclos como cíclopes
monovisuales diversificados en ideas
quiero la noche en que todo sale bien
cansado de tropiezos tropiezo aun más
como un vicio
como el único vicio que me soslaya
hoy aprendí a caminar...
al fin
camino y siento que crezco
que me estiro
que por fin percibo lo que me adelantasen
veo el destino de crecer y quiero decrecer
veo mi destino y se me ocurre una mancha fluorescente
se me ocurren miles de luciérnagas que se tragan los brillos
vomitando de a poco interrupciones de oscuridad
es fácil recordar luciérnagas encendidas, ¿no?
Acá tengo una apagada
su obscuridad es su color
y es tan profundo y claro que no vale la pena que se encienda
que nos confunda con sus biorritmos
¡Apagad todas las luces!
¡Ved de una buena vez a oscuras!
¡Ved de una buena vez algo, por favor!
Nos escurrimos entre grietas forjadas siglos atrás
¿Por dónde debe uno pasar para poder pasar?
¡Señálenme el filtro, que yo me ajusto en tamaño y ensoñaciones!
No me digan cómo, díganme nada
Los estropeo en un ratito si los pienso con cuidado
son tan pequeñitos y tan dañinos...
son tan nimios y tan biodegradables...
besan sus dioses mi poronga
y mis huevos
tan suavecito...
tan despacio y dulce que ofrezco mi culito
y después les rajo un sonoro pedo dentro de la boca
ppppppprrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
¡tomá!, ¡tomá dios suyo e hijo de puta!
Acá te traigo mi olor...
tengo también, para vos, un rancio sabor de alimentos de hace un rato
y clavos... muchos clavos...
¿te los bancás de nuevo?
Yo creo que sí
¿si no dónde irías a parar sin fama internacional y tan lejana?
Uno sufre para llegar a la cima
y... luego...
luego... jejeje...
extraña el sufrimiento
¡Qué hijos de putas somos, ¿verdad?!
¿Pagar el derecho de sufrir voluntariamente para alcanzar objetivos?
¡Y llamarles, luego, objetivos...!
¡Qué hijos de putas somos!
Todos hijos de María... ¡de María la Grande!
Quitándonos los ojos a las nueve de la mañana
para en tiempo acceder a salario
para creer que pagamos los derechos de ser trabajadores
para ensuciarnos cada segundo un poco más con mierda general
¡Marchad, manga de hijos de puta!
¡Marchad derecho y haciendo buena y firme fila!
¡Marchad!
¡Marchad cantando una buena y sonora canción guerrera!
¡Alentadse recíprocamente!
¡Alentadse!
¡Soñad con trincheras llenas de putas y bebidas!
¡Haced de una trinchera un espacio de recreación!
¡Volad la vieja idea de guerra de la cabeza con una buena imagen desesperada!
¡Hacedlo y hacedlo y hacedlo hasta llegar a ella!
¡Hacedlo hasta que la primera bomba que caiga sobre tu cueva de devanee el culo en mil pedazos!
¡Soñad la guerra perfecta!
¡Eres el gran eliminador, ¡sí!, ¡sí!, ¡sí!!
¡Capacidad portas para cargarte a cientos y cientos de soldados iguales a vos vestidos de un verde más oscuro o más claro o con más color marrón o con menos!
¡Matad!
¡Matad de una buena vez!...
¡¿Quién sabe cuánto falte para la próxima oportunidad de matar sin ser sometido uno a condena?!
Creo que te ha quedado un niño de dieciséis años vivo bajo ése árbol...
No te creas el cuento de que su madre va a extrañarlo...
¡Eliminadlo!
¡Ya!
¡Ahora!
Quien vive, regresa
Regresa y te aniquila
¡No veas en su rostro infante a un niño mal educado, mal convencido, sólo es un enemigo con potencial de fortalecimiento que podría arremeter... que podría someterte desde el ano y con la espada cuando descanses junto a tu familia de esta batalla, dentro de las comodidades que te ofrecerán mientras te cuelgan una medalla de oro (tributo viejo, demasiado viejo) sobre el pecho, mientras te sonríen, mientras no te dicen que has sido un elemento de guerra y sí un perfecto y adorable soldado valiente!
¡Recordad!
¡También!
Que a la hora de la muerte, retirado y recordando esas viejas batallas, serán los rostros de esos niños los que regresen a decirte de frente que tu contribución contribuyó en dañar... que las cientos de vidas adolescentes que dilapidaste eran sólo un conjunto de pequeños soñadores, un conjunto de niños, un conjunto de hijos tuyos que no entendían por qué recibían tus balazos con tanta saña.
¡Te las verás con ellos y no conmigo!, como es de imaginar.
Y si a mí, ahora, puedes llegar a responderme algo aturdido por lo aturdido que te viene el pensamiento... ¡no habrá palabra para intentar aturdirlos a ellos! ¡Ellos volverán en imágenes! ¡Volverán en fotos! ¡Retornarán a mostrarte las fotos de los destrozos en los que tu vida se afianzó!
¡Te sonreirán... mostrándote tu mediocridad! Y es probable que vos también sonrías... pero de nervios.






Subcanto XIII



Lloviendo  copiosamente, se hunde mi alma,
En una ciudad bajo el agua.
Crezco como una palma en el desierto,
La saliva que sale de mi boca es el agua que alimenta los sueños.
Es de noche y llueve, es de noche y escribo.
Me mantengo despierto porque no quiero dejar de vivir,
Dejar de mirar la brújula torcida por la incertidumbre,
De mi canto.
Quiero por veces mirar en todas las direcciones,
Pero solo hay una que es la que me lleva hacia el destino:
La muerte.
Mientras, beso las pétalas y los espines.
Me hecho al suelo tragando los rayos del sol,
Que me queman, que me queman por favor!
Quiero sentir el calor, quiero sentirme caliente,
Hasta que me piel se transforme en  la tez morada de la vida.
Que toda haga sentido solo escuchando el agua besando la orilla de la cama donde duermo,
Y que las rocas brillan cristalinas vestidas de gotas,
Que me miran,
Las cascadas del otoño que viene,
Que me abrase el verano que ya se va,
Que me besen las mujeres que aun no llegaran,
Que yo aun no estoy seguro de quien soy,
Que yo aun me ahogo en el cotidiano,
Que la noche aun me atrapa con su silencio desabotonado hasta la luna menguante,
Acá en buenos aires,
Sentado detrás de una recepción fría y incógnita,
Esperando multitudes de acontecimientos que nunca llegarán,
Volviéndome en pasos vagos por los sueños pasados,
Es el futuro ahora?
Es el futuro las lámparas que veo prendidas a lo lejos?
Solo.
La noche se me hace compañera y amiga.
Todo lo que haga desde que estoy vivo me parece un acaso,
Una falacia de la realidad,
Un acontecimiento extraño y exquisito,
A la vez necesario y fatal.
Nací me dijeron en ese veinte y cuatro de mayo de ochenta y tres,
Eran las doce y treinta de la madrugada,
Lloré solo un poco,
La vida no me parecía en ese entonces algo de complicado,
Solo tenía que dormir y comer y beber y sentir el pecho de mi  mama,
Y tras estés anos me hice o me hizo las circunstancias y el acaso,
Un poeta.
Pero no un poeta típico,
 Ni tampoco un poeta profesional, solo un poeta,
Que se refugia en el interior de una madreperla de ilusiones,
Y ahí es donde encuentra la tranquilidad y en anhelo de la naturaleza,
De su canto.
Me hago entonces a despacio, resbalando como una hormiga
Que lleva su palo de madera hacia su cueva,
Resbalando en la lluvia minutísima que cae terna en la tierra, en el barrio.
El barrio de mi canto.






Subcanto XIV



Quiero desplegar tus labios con la punta de mi lengua,
Abrirla a despacio como quien espera un colectivo,
Con la punta de la lengua,
Entrar en tu boca.
Llegas de la noche, mojada por la noche que cae de la lluvia,
Tus labios mojados son el agua de un mar,
En que yo antes de te ver navegaba en los sueños,
Ahora agitado te espero en la silla, sentado.
Mi barco tiene anclas en un muelle alquilado,
A mis deseos.
Sois la hermosa meretriz que vino  revolver mi corazón,
Y le ensenaste una otra posición adonde mirar,
La ciega voluntad de vivir.
Canto pues,
Te amo pues,
Aunque tu figura sea brumosa en esta noche,
Y que tus labios se acostaran hace poco en los míos.
Quiero desplegar tus labios con la punta de mi lengua. 






Subcanto XVI



No me llames mas, me deleito solo, me comporto distinto.
La embriagues arrastra la causa de la importuna mujer 
que me secuestra, me intuye, 
la pasta fina de un arrogante cielo mal educado, 
sin conceptos de respeto, deja mi huella.



Encierra  un sitio cosmopolita, 
reposa la noche pasado medio día.



Mi mirada azul me respondió de tonalidad endeble, 
nostalgia de un suelo impropio anhelante; 
La uva fermenta recuerdos de sitios pretéritos, 
la musa desconocida que saquea mi estómago, 
porque me clichea decir el bombeo de arterias.



Me conduzco con una mano idiomática simil 
y otra mas compleja que se asemeja con nobleza, 
la nada que es y  desboca trazos, 
un mundo de mundos ajenos al que se elige, 
viene el orden y desplaza las ponderadas ilusiones 
de muerte estereotipadas, 
dolor, no que va, inútil reclamación, dos poesías intratables, 
imborrables que con el buen aire de acá 
sondean idealismos desbordados de provincias licitas, 
ahora omisas.



7 dias de impulsos desmedidos controlados, 
iniciativa contricta a la que dicta un prototipo mamado en casa, 
se viene la compuerta que cierra la nave transportante 
que desplaza al norte a coordenadas cerradas, 
serán 35 las causas que mantienen ilusiones de prostituir a mi blanca historia, 
con tintes rojos de sudor y fortaleza recalcitrante, 
de un latinismo invariable que silva en la loma con el correr de caballos 
callados 
que a la historia regreso.



Le clamo en deseo infantil, 
grito la narración de sus hechos que son los nuestros: Libertad.






Subcanto XVII



contingentes monstruosos enardecen 
entre los compartimientos del mundo sur, 
sur que alagan al mundo la belleza, 
síntomas arrebatados del pasado que aun es hoy, 
que somete a mirar la estética de dos largas piernas 
y un par de ojos brillantes, 
mareos constantes de giros por doquier, 
cálido olor despedido de la feminidad bajo su cintura, 
vida plena que embriaga  génesis sin claudicar, 
veneno dulce inmortal, 
longevidad que alarga la existencia, 
temblores sin peligro, 
¿que hacer con esas lineas de poesía que brotan PESSOA y caminan en el Buen Aire?
eso no importa cuando los olores del puerto brindan con vos, 
se convierte en el mejor trago de tu liviana existencia, 
totalmente adictivo, netamente natural, 
un poker de personas trasnochando 
en busca de la nada llamada pueblo de Dios, 
despunta la ceguera y la inconsciencia, 
misma que a sido la médula por la cual 
se derriban imperios a lo largo de nuestra historia, 
en un mundo lleno de otros tantos podríamos morir 
y asesinar por un pequeño planeta 
que simula un monte rozagante con sabor gourmet, 
vengan a conocer el cosquilleo, 
arrogante y soberbio de no compartir esa sensación 
que contiene éxtasis comprimido 
en un trabajo arduo de seducción para llegar 
a segundos tórridos indescriptibles en el momento 
justo en el que los ojos se cierran,
las piernas se doblan y las manos se acalambran,
esa es la piel, 
la cubierta vaga que con un simple guiño se corrompe 
y no existe mas, 
se recrea para endulzar el cansancio invariable 
que ni la matemática da posibilidad 
alguna de tangentes o sumatorias 
para proseguir después de ese final obligatorio 
y que nos lleva a la dulce derrota.






Subcanto XVIII



cometer un crimen sin dulces tragedias 
es no solventar el registro marcado por batallas literarias, 
el ensombreserse sin un libro en la mano 
y desocupar la otra pra redactar la sangre 
que emana a diario la habidez del conocimiento es una injuria,
es el entorpeser el camino continuo 
hacia la posteridad sagrada de la luz, 
que dan los mortale con dotes de estetica 
en sus manos 
la lectura es el compendio de sabores dulces y elegables, 
por onde mi escritura es el portento hueco 
de un traumante momento de sospechar 
que creo que entorpesco a quienes guiñen 
a mis palabras.






Subcanto XIX



la poesia no siempre es bella, 
puede llenarse de pretencion, 
como ejemplo sitemos la paga, 
se convierte de un genio de la estetica en un mercenario, 
sin despresiar su validez, 
sin embargo los que gustamos de la estetica 
no siempre tenemos la razon, 
la simplesa de decir si o no en ocaciones nos ata, 
no es solo el deseo ni tampoco es amor, 
cuando hay cruze de miradas y encuentros 
que por mas que es una mujer te alto peso, 
y rostro de re-trola, 
encontras que un orto necesita ser cubierto de esmalte fino, 
como el agujero de una vivienda 
que si no se cubre se inunda, 
es igual el favor sexual que se le da a una hembra con sed de triunfo, 
al igual su corazon 
es digno de ser envalsamado de lactosa, 
trasatlantica, 
es un menu distinto y no por ello menos suculento, 
en el viñedo encontramos distintas sepas 
y el paladar distingue distintos sabores y aromas,
en el final la mejor es la que el paladar eige, 
es un arrebato, 
un atrevimiento 
e incluso para muchos un sabor agresivo,
como el del ajo, pero igual quita el hambre, 
la terrible ambruna insaciable y descortes que agomvia en demasia, 
es un todo por el todo, 
la ruleta rusa que todos algun dia debemos de jugar 
para poder dar opinion y ponderar por el mejor buque, 
el de bellavista, 
que de bella no estoy completamente de acuerdo  
y  que  en lo absoluto, aquien le importa, 
dice un dicho mexicano viejo y trillado 
pero inmerorable en este momento 
aplica a la perfeccion el que escoge no coge, 
a un que preferirira no existir o no habitar 
el mundo en ese instante de comida y carne abundante, 
eligiria irectamente el postre 
o me centraria solamente en un momento etilico 
con soledad perfecta y divino tesoro.






Subcanto XX



cometer un crimen sin dulces tragedias 
es no solventar el registro marcado por batallas literarias, 
el ensombreserse sin un libro en la mano 
y desocupar la otra pra redactar la sangre 
que emana a diario la habidez del conocimiento es una injuria,
es el entorpeser el camino continuo 
hacia la posteridad sagrada de la luz, 
que dan los mortale con dotes de estetica 
en sus manos 
la lectura es el compendio de sabores dulces y elegables, 
por onde mi escritura es el portento hueco 
de un traumante momento de sospechar 
que creo que entorpesco a quienes guiñen 
a mis palabras.



Subcanto XXI
Escribir és en mí la persona que busco,
És como estar en mi cuarto con una calle llena de personas,
Y todo el mundo afuera un acontecimiento de lo acaso,
Escribir es entonces estar conmigo mismo, personalmente.



De todas las veces que me siento vago y indiferente,
Con la vida, con las cosas, con el destino,
El universo pasa a ser una crección diletante de mí fantasía,
Sin embargo, real y posible y cierta.



Me encierro en el cuarto y el mundo se abre,
La noche es un mero chiste de la naturaleza,
En mi cuarto el dia raya por entre las paredes, bajo el techo,
Y el firmamento de los suenos emergen absolutos.



Ahí, en esa silla donde me veo escribirme,
Es la silla donde se senta el mundo cuando se siente agotado,
De ensuciarse en los hombres,
Qué se hunden en sus monotonos miedos y aflicciónes. 



Mi silla és mi pensamiento, mi hogar, mi camino.
Es lo que sostiene el alma cuando ella se va de viajen,
Y me deja solo y triste y melancolico,
Mientras ella toma vino en antros y se echa en cabares soplando coloretes al cielo.



Me doy cuenta de la presencia de un otro ente,
Que conmigo conmparte el espacio fisico donde escribo,
Como una mano invisible que en las espaldas nos amaga con devaneos,
Lo siento como una sombra que baila alrededor de todos las pecas que me componien.
Lo siento, lo vivo, lo trago, lo saludo con mi silencio,
Le doy de comer.



Así és cuando uno se entera de que el universo es una cosa muy nuestra,
Ni és real ni és fictícia,
Ni és buena, ni mala,
Ni es vida, ni es muerte,
Es una cosa abstracta que transcende todo el conocimiento,
Y toda la verdad.



Me arrojo en ese momento al suelo,
Doy vueltas sobre mí mismo,
Como un loco que se da cuenta de que no esta al final enfermo,
Y en esa desmesurada alegría lo echan nuevamente en la cárcel.



Tengo miedo de que después de morir, tenga que vivir nuevamente,
Se hay vida después de la muerte yo quiero morir dos veces en esta vida,
Hago un dos en uno. Por eso me pongo bajo de todas las intemperies,
Me aniquilo a cada rato, me destruyo, me sangro, me hiro,
No quiero vivir más allá de esta vida incompleta.



Quiero, en cambio, vivir todo ahora, obsesivamente,
Agotarme en todas las posibilidades, Dibujar varios destinos,
Ser el árbol, no las ramadas mismas,
Ser el árbol y las hojas que caen, nada más,
Y todo.



Mi cuerpo es mi ilusion en cada dia que pasa,
Por cada dia de olvido de existir,
Mi cuerpo, mis ojos, mis manos, mis sentidos todos,
El olfacto paseando por un jardin selvajen y abandonado,
Olendo las rosas y sus espinos,
La mujer y el hombre,
El vino y la cerveza,
La noche y el dia,
Inspirarse de contradicion, no hay mentira en eso,
También no hay verdad.



Me comporto distinto, amalgama de emociones villanas,
La mitad del mundo es mala, la otra no sabe ser buena,
Sola la luna me parece mirar con la aténcion de quien entiende lo que digo,
La luna sentada ella también, como la tierra, en un limbo ocasional,
Suciandose de hombres y de sus frustraciones cuotidianas.



Así que la naturelza cuando se engana,
Yo también me engano,
Pues la natureza humana es un engano secular,
Todos somos malos y buenos.
Somos todo,
Y somos un nada.



Voy en el camino de mi pensamiento,
Como quien busca una direccion en el mapa,
En camino del alma,
Como quién busca bajo el agua una hoja de papel.



Escribo, es cierto.
Escribo todo eso y me parece que no estoy escribiendo nada,
Como alguién que cuenta un cuento a una crianza que ya duerme,
Para mi escribir nada es escribir todo,
No me escucho ni adentro ni afuera,
cualquier lamentacion, cualquier juicio, cualqueiro anhelo,
Estoy solo y desperado.
Y por eso mismo bien y en sintonia con la realidad.



La mesa tembla un poco, quizá las palabras sean mas pesadas de lo que yo creía, 
O que el movimiento de mis dedos sean descordenados a la voluntad de un circo,
Quizá la mesa tembla solo porque tiene un pie mas pequeno que el otro,
Pero como voy a saber se no me importa.



Así que el conocimento de las cosas es un necessidad de preocupacion individual,
Yo albergo la sencillez de eso en no procurar la razón de la noche,
Ni la razón del dia.
Es dia noche? que bueno!
Es de dia? que bueno!
Las cosas cambian y yo cambio con ellas. Toda la verdad del mundo es esta.



Sentimientos?
Pasiones?
Dudas?
Incertidumbres?
Hay una basura ahi abajo se querés.
Cuando se llena ponelo afuera para que no ole mal, solo eso,
Y eso es todo.



Mi gratitud con el mundo,
Es no tener que hacer algo para que el circula,
Para que ele viva y respire.
Estoy como un solo polvo en la calle,
Nadie sabe que estoy acá,
Nadie sabe porque estoy acá,
Moreré incógnito, dejaré estas palabras.



Salgo del cuarto pero voy solo hasta donde empenzen las escaleras, no bajo,
Me quedo ahí, con los brazos colgados en la ventana abierta.
Pendo un un cigarro y lo fumo a despacio,
Como quien quer sentir profundamente algo entrar dentro de nostros,
EL humo se me hace bien porque lo siento.
Veo que hay cielo azul, algunas nubles, hay cosas, edificios, sonidos.
Me doy cuenta que hace viento, que hay cosas como frio, calor y lluvia,
Las imagino ahora con la seguridad de quien ya sentiu frio, calor y lluvia.
La realidad es ahora.



Escribo estes versos en mi pensamiento,
Los escribo ahora en esta hoja y ya non son los mismos,
Qué cuando los pensé.
Ya no tienen la misma dulcura, ya no tienen la misma mistica,
Y esa es mi grande frustación en la vida,
No es la mismo lo que pienso  cuando lo escrita.
Hay una distancia trascendental que centella como estrellas a lo lejos,
Así que escribo cuando no pienso, creo,
Porque cuando pienso siento con toda una fuerza que estoy escribindo mas de lo que pienso.
Las palabras se me hacen pajaros que volan alados por el aire de lo que veo.



Así que de todo poco valle.
Se escribo o pienso.
Tengo que salir a la calle y palmear al murmullo vertiginoso,
Palmear con los ojos y con las manos, con el cuerpo,
Arrojarme enteramente a todo y a todos,
Y ser parte del mundo, el mundo normal y previsible y inexacto.
Ser diferente pero indistinto,
Y tener en la piel el sufrimiento de los demás,
Tragando el placer en un mundano antro de perversidad.



Enfermidad de todo el yo,
Y sanarme así en la decadencia pura y transparente,
Y dejar de ser el yo alma que sufre y piensa,
Y ser el alma del yo qué no sufre y no piensa.
Ser otro siendo yo,
En realidades paralelas, como el cuerpo y su sombra.



Hace un tiempo que estoy escribiendo y no dije nada todavía,
Me doy cuenta que mi companera de casa trabaja en sus aretes,
Los va a vender en la feria,
Tendrá dinero inmediato.
Y yo sé que estes versos no me darán dinero inmediato,
Ni tampoco dinero en un futuro largo.
Porque mis versos no dijen nada,
Son tristes y sentimentales, abstractos, hablan de cosas que yo proprio no entiendo,
Y sus aretes son alegres, coloridos, y utiles. Pasean por la calle en los oidos de mujeres,
Que saludaran a los hombres sequiosos. Son artisiticos porque viene de sus manos,
Y son bellos.
Em cambio mis versos non son echos con mis manos,
Pero con mi pensamiento,
Y no habrá mujer alguna que paseará con ellos en sus orejas.
Si son bellos, es porque tienen que ser, nada más,
Es pura casualiad que se tornan bellos,
Y esa es mi perfeccion.
Eso es todo,
Eso es nada.



Subcanto XXII



Recuerdo un futuro una mañana
salvo pajas del fuego y del invierno
traigo medallas de batallas papagallas
las oferto por sustentabilidad



dicen que me han premiado
yo veo que me han condenado
dicen que peleé por todos ellos
yo veo que todos ellos escaparon de mí



me entregaron un fusil y una promesa
prometieron que alimentarían a mi familia al morir por ellos
bien hicieron los deberes para que les crea
ahora, acá, con frío y desconcierto: le disparo a todo lo que se mueve
¡estoy cagado de miedo!
¡no sé reconocer a mi enemigo!



Me brindaron abrigo, comida flaca para seis horas
balas para tres
esperanza para una
amor para tiempo negativo



Pregunté cómo contar tiempo negativo
aun mi pregunta resuena en los vacíos que organizan
pero yo estoy acá, sin morir pero extrañado
mi final es previsible



una nueva cruz blanca, bien pintada, sobre campos enemigos
mi familia me visitará cuando vea los documentales
siempre creyendo que llevaba lentes
siempre fui de flojo mirar
¡si supieran que mis gafas están bajo nueve pisadas de botas y de barro!



¿Qué sentiría mi madre si viera cómo morí por nadie?
¿Qué sentiría mi padre si supiera del orgullo cultural que me condenó?
¿Qué pensarían mis próceres si compararan nuestras batallas?
¿Qué sentiría yo si se me premiase con una nueva vida al mirar cómo acabó ésta?



La primera bala entró sin pensar
la segunda ya lo tenía mejor premeditado
la tercera me encontró con el cuerpo frío y el alma caliente
la cuarta me remató mientras yo extrañaba pasear en bicicleta



por donde vaga mi fantasma sólo oye que se debe cuidar de los niños
yo tuve dieciséis antes de la cuarta bala
¿dónde empieza y dónde termina un niño?
¿hay condena si al morir siento que sigo siendo niño?



¿quién condena, en realidad?



Siento que morí de viejo a los dieciséis años
decían que los soldados enemigos eran profesionales
yo sólo comprendía soldados ignorantes
¿profesionales de matar?
Nunca fueron así las reglas que se me enseñaron al instituirme



está tan cerca “instituirse” de “prostituirse” que da miedo comparar
apuntados entre semejantes nos matamos a preguntas
láser en la frente, láser dentro de un vacío perpetuo
láser dentro de un láser que menos hace que alumbrar



¡ganamos la guerra, mamá!
¡SOY SOLDADO Y SOY VICTORIA!
Ma, ¿podrías decirme qué gané mientras vi morir amigos inentendidos?
Pa, ¿estás orgulloso de que vuelva a vos asesino?



Dicen los que armaron este lío
que estamos bien encaminados
que el terreno a saldar quedó saldado
que el soldado a asesinar quedó asesinado



yo sólo hice disparar
¡apreté y apreté el gatillo!, ¡sin preguntar!
¡vi volar por los aires vacas, cabras, nenes, nenas... perros!
¡Siento que le gané una batalla a mi hábitat!
¡me siento realmente mal, ¿sabés?!
¿dónde recojo la pensión que haga que me sienta normal?



Puedo ver ahora, con cien ojos, lo que una guerra era
puedo saber ahora, con cien ojos, cómo es mirar ciegamente
salí de casa disfrazado de verde y de marrón
volví a casa salpicado de rojo de un hermano



¡Yo no quería matarlo, mamá!
Pero se puso frente mío... y disparé...
¡Yo no quería matarlo, papá!
Pero cuando lo vi elegí entre tu orgullo de mí y su orgullo de él
¿Alguno de ustedes puede decirme a quién maté?



¿Dónde está mi hermano?
Tu hermano murió en la guerra... ¡en otro batallón!
¡Cómo!
Lo balearon...
¿Habré sido yo quién lo baleó?
¡he disparado tanto... tanto y sin mirar... sin mirar y sin sentir...!
¡He matado a mi hermano...!



Recuerdo que en medio de la batalla...
leí carteles que decían:
“¡No me dispares, soy tu hermano!”
Papá, mamá... ¡he matado a vuestro hijo a sangre fría...!
¡tan fría que nunca pensé en quién podría estar matando!



No te preocupes tanto, mi amor (dijeron unísonos):
¡así son las guerras!
Pero... pero... ¿no sienten nada por haber perdido a su hijo?...
¡¿Pueden apagar la televisión, carajo?!



¡Han perdido un hijo, yo un hermano!
¡No sé qué hacer!, ¡no sé cómo debo comportarme...!
me siento mal y bien a la misma vez...
cumplí mi objetivo: ¡maté a los que tenía enfrente, armados!
¿Quién puede confirmar que no tuve a mi hermano, sin querer, enfrente mío y armado?



Ya pasará...



Pero... ¡¿cómo puede ser?!
¡Maté a mi hermano! ¡Con mis manos...!
Las manos se lavan...
Mañana hay que ir a trabajar...



Maté a mi hermano de sangre y presiento que lentamente...
lentamente seré parte del ejercicio, mismo ejercicio malvado,
que hará que lo olvide y que lo cuelgue de los museos de la familia...
retrocedo mil años: hermano muerto en guerra bien muerto está.



No hay forma de salir del ciclón,
orgullo y patria son siempre los peores enemigos
nos inoculan siempre los peores enemigos
somos, al final, los peores enemigos de nosotros.



Después llegó, con el tiempo, otra guerra que parecía importante
una guerra que era distinta a las anteriores pero nacía igual:
sin explicaciones ni consuelos: ¡sólo ordenes de matanza!
No estuve yo en ésta ni maté a mi hermano...



pero supe de personas que estuvieron y mataron a su hermano
supe de personas como vos y como yo
cien años después... cometiendo la misma barbarie
supe, cuando supe de esas personas, que la calamidad no perece



supe mucho y saber siempre asusta
ahora dejo flores en tumbas al azar
aunque no leo siempre leo el nombre de mi hermano sobre el mármol
papá y mamá creen que educaron bien.






Subcanto XXIII



No estoy seguro de que la falena blanca,
En el otro dia me habló,
No me acuerdo, falena blanca, que es lo que dijiste,
Pero sé que me desperté hecho harapos.



Falena blanca, falena blanca,
En el alma te fuiste a grunar, alta y perversa,
Y no me dejaste escuchar mis pensamientos,
Me arrojaste al suelo como a una collita,
Y te fuiste acostar en un otro sueno que no era el mío,
Falena blanca, falena blanca.



Que es lo que pasó entre los dos,
Mientras nos tocabamos en la noche honda y escura,
Y ciega.
Falena blanca, falena blanca.
Ma atrapaste en un abrazo de corrientes,
El remolino era tan vertiginoso, tan vertiginoso,
Que solo supe dejarme ir,
dejarme entregue a su destino,
Falena blanca, falena blanca.



Hacia el pozo de la mente, el mar, el mar,
Y la noche, y la noche,
Qué hiciste falena blanca, falena blanca,
Con mis dos pies que sostenian mi mundo,
Con que navaja los cortaste,
Que ya no puedo mas caminar, oh falena blanca, falena blanca!



Y adelante, entraba el dia salindo de su noche,
Aún me acompanabas con una corchea falsa,
Falacia en tus ojos coloridos,
No eras vos, no eras vos,
Quien yo queria en mi cuarto,
Entre las paredes de mi espirito,
Oh falena! oh falena!



Qiuero que sepas, falena,
Que te escribo ya en un otro dia,
Mi consciencia se acerca e se aleja, a una cosa y de otra.
No te quiero mas, me encuentro en mí.
Estoy solo y escribo y dibujo con todas esas letras que se quedaran,
en ese dia, en esa noche, oh falena! oh falena!
mal vestidas en tu vezero y usado cuerpo.



Oh! falena blanca!






Subcanto XXIV



Silencio, no el que viene,
Pero lo que se va.



Silencio, no de no escuchar,
El silencio mismo, el que está en mí.



Silencio opaco y vacío.
Silencio de no haber ni siquiera silencio.



Silencio de las cosas, de las materias,
Silencio mudo, lo del aire.



Silencio físico y por eso mismo espeso,
Silencio del alma y por eso mismo qué no habla



Silencio en mi cuarto, ventanas abiertas, puerta abierta,
Nada entra, nadie quier entrar, ni el silencio.



Silencio que no existe, 
Silencio de miedo, de las sin fin montanas.



Silencio de la noche,
La noche que duerme, no la que vive.



Ese silencio que abrazo,
Silencio es la muerte.






Subcanto XXV



No me vengas a besar en la media noche,
No vengas hacia mis labios deshacer la noche,
Con los cantos que compuse un momento antes.
No vengas para eso, no vengas para nada,
Seducir mis ojos con tus largas piernas,
Arregladas hace poco en el baño con la crema de tu perversidad,
No vengas por favor mirarme con tu pecho lleno de gritos,
Sospechosos  y lascivos,
Anhelantes.
No vengas calcar mi tranquilidad con tus fantasías,
De esta noche.
Pero se quieres venir, que vengas,
Pero en canto,
En el canto de nosotros.
El canto suave en que las lenguas se mezclan y reproducen la química,
Con que nos echamos en la cama, deseosos y inmundos.
Se así quieres venir, se así quieres consumir y tragar,
La noche de nuestros cuerpos,
Viene pues, pagaremos la entrada con billetes falsos,
En este antro que imaginamos,
Boca con boca.
Es el primero de marzo,
Pero no el primero beso,
Ya tuvo tu saliva nadando dentro de mi boca,
Buscando un lugarejo donde podría volar libremente,
Sabes que sí, ¿no?
Esta es mi boca,
y dentro de mi boca hay islas y islotes y mares y arenas y cuentos de hadas.
Y cuartos desnudados,
Puertas sin cerradura,
Ventanas sin persiana,
Camas sin sabanas,
Mesa con botillas de vino y velas apagadas,
Por el soplo de nuestros fogosos suspiros.
No vengas sino para hacer de esta noche la noche,
En que te quito poco a poco, a la velocidad de la luz,
Tu sexo oculto en tus piernas.
Te escribo porque te estoy esperando.
Te veo desde el panóptico de mi mente,
Bajando las escaleras con tus tacones,
Me decís que no,
Con tus hermosas espaldas,
Me decís que sí,
Con tu silencio inoportuno, fuera de todas las lógicas,
Latino americana.
Pero yo te quiero y mucho
Tu pequeña boca anclada en la mía,
Tu respiración dándome aire, llenándome mis pulmones,
Calentándome el alma y la noche,
Es de noche y tu vestido también.
Y de repente parece que no hay lugar para nosotros,
En el canto del amor,
Se me hace crudo el rechazo pero yo subo arriba,
Arriba de los 125 pesos que me pagan para estar acá,
Esperando un beso tuyo.
Pero nada importa al final,
Se las cuentas que hacemos son positivas y la ganancia sugiere que el camino,
Va hacia el destino.
Sí, no importa,
Pero el alma pide siempre la nostalgia de algo pasado,
La saudade de un momento efémero.
Un beso más, un momento más,
Un poco de la misma lluvia de ayer.
Una voluntad igual y reciproca.
Que aniquile el sueno,
Que construye la pasión.
Que el remordimiento sea un dolor físico e que la desesperanza,
Duele en el hígado,
Que las convulsiones que se dan en las cejas,
Sean la consecuencia de tu no mirada,
Que la negación, el despreso, la indiferencia y el rechazo,
Me duelan como un espinazo al lado del corazón.
Pero te quiero y te quiero ya,
Y ya dormida, en un ensueño en que no estoy presente,
Pero algo me dice que estas llorando,
Que tus lagrimas mojan la fonda donde acostas tu melena,
Que estás sola y con miedo,
Con miedo de venir hacia mí,
Desnuda de miedos y incertidumbres,
Que los hechos son al final la única cosa que llevamos con nosotros para la tumba,
Eso y el canto.
Pienso en todo eso mientras vivo todo esto.
Es raro el humano.
La mujer suele ser la embriaguez necesaria para que podamos pensar,
En sufrir,
En gozar,
En desear,
En planear,
En fantasear.
Te espero sin embargo porque hasta las ocho tendré que me quedar acá,
Sentado en esta silla vulgar,
Sintiéndome celoso por la noche,
Por tu cama,
Por tu ropa,
Celos del cielo y de la vida,
Con celos de no poder estar dentro de ti como vos,
Celoso de un no logro,
De que nada fue hecho para alegrar mi espirito,
Para satisfacer mi alma,
Para tranquilizar mi pensamiento,
Para dar levedad a mi cuerpo.
Nada…Solo algo muy raro y extraño de ti…
Porque te ibas,
Y te quedaste,
Sin embargo no te quedaste por mí, ni por nadie, ni por ti,
Ni por la noche,
Tu compartimiento se hace voluble a las tentaciones carnales,
Pero huiste, ¿donde fuiste?
¿Echar la culpa mediocre de estar vivo,
Y tener responsabilidad por los sentimientos?
Te pido ahora, se es que me puedes escuchar,
Que salgas de la cama,
Vení vestida como quieras,
Pero vení,
Hacia mí,
Que estoy por detrás de este balcón solo y indeseado,
Besarme la mejilla,
Humedecer mi sexo y mi futuro de esta noche,
No seas connivente con la sociedad educada,
Por costumbres que aniquilan sueños,
Veni suelta y libre,
Con la boca torcida de placer,
De no dormir un sueno tranquilo.
El amor que nace ahora corre a galope,
Por las yerbas y los pastos,
EL páramo aun está lejos pero ya se ve,
Sin nadie para el caballo,
¿Donde iré yo esta noche?
Sino quedarme callado escribiendo para que pueda sentirme en vos,
Y en nadie más.
Qué resentimiento este…
Tristeza que me transporta hacia ninguno lugar,
Ni al abismo, ni a la muerte,
Ni al silencio.
Mi única voluntad es de cerrar todo y quedarme solo,
Sin darme cuenta que el mundo afuera tórtola,
Sin mí, sin vos, sin nosotros,
Sin el canto.
¿Es esto el amor?
La insostenible pasión por alguien,
Sin aroma, sin fragancia, sin adorno
Que no sea lo que construimos en nuestra fantasía?
¡Ojalá!
Que el ritmo se mantenga así, crispido y apasionado,
Crudo y terno,
Calmo y sinuoso.
La noche. La noche que viene y que se vá,
Y no contesta,
Qué no habla,
Qué no respira.
Solo.
En una casa de gente que pasa y no se queda,
No hay huellas ni marcas,
No hay verdad,
Ni ilusiones,
No hay esperanza porque no hay gente,
Que sepa dar aliento,
A la tempestad del amor.
Así son las cosas, así son las horas que pasan
Sin que se enteran de qué cuando pasan,
El mundo cambia y los hombres lloran.
Pocos son los relojes que dan las horas ciertas,
Y qué regalan momentos.
La muerte se hace as audible, más constante, más corta.
Nací para sentir todo esto.
Nací para vivir y sentir y mirar al mundo desde mi ojo descubierto.
Las hojas seguirán bailando colgadas en alguna ramada,
De algún árbol,
En alguna tierra ajena.
Y yo acá,
Sosteniendo el mundo que creo,
Viviendo las horas en besos fecundos de cerveza,
Y de cantos.




SUBCANTO XXVI



Una bruma transparente llega hasta mí de lejos,
En un momento en qué me echaba en sabanas,
qué descansaban en el suelo,
Dormidas también como el viento,
Como las voces de la naturaleza.



Abro los brazos, canto,
me amansan las plantas aún por florar,
Se despiertan los pájaros encogidos en sus nidos,
Se despierta toda nuestra fortaleza.



Me arrojo, me deleito, pongo la lengua de fuera,
Y Bebo agua de un riachuelo,
Extiendo los ojos hacia el brillo,
Qué baila en un remolino de espejos.



Nosotros y el mundo,
Y el mundo sin nosotros.



El río sigue corriendo,
Y es muy difícil mantener ese río,
Cuando el corre dentro de nosotros.



Es ahí que el mundo se contorse,
En un espasmo clónico,
Se revolve el movimiento de andar,
Y el cantar se hace caminando.



Somos tres frutos colgado en un árbol,
Maduros y vivos e pensativos,
Anhelantes por el atardecer,
Atizados por la noche.



Judíos, Moros, Persas, Gregos, Filósofos, Degenerados.
Chinaskys multiplicados por cien vagos famélicos
Al olor de la basura,
Olvidada en una esquina.



Sin embargo, nos miramos desde un panóptico sentimental,
El cuerpo en cada un es el reflejo del la duda,
Las olas de nuestras miradas,
Hunden mitades de ciudades.



Y el río sigue corriendo.



LalalaLalaLalLalala



Sin embargo todo es un ritual,
En qué los cuerpos se mezclan,
Bailando alrededor de un canto,
A la noche, bajo la luna, en un ensueño.



La hoguera pinta nuestros rostro de fuccia y violeta,
Nadie nos reconoce,
Estamos libres y desmemoriados por la gente,
Somo el teatro de nuestro canto.



Lanzamos cohetes solo con el pensamiento de cantar,
Escribiendo en las partituras,
Los acordes de todos los instrumentos musicales,



Silencio.



El río sigue corriendo,
Y nadie quiere escucharlo.



Silencio.



Apenas me dí cuenta de la música,
Traída a la zaga de un chimango,
En cola del tiempo y de los deseos,
Ya me crecían alas aladas de la vecindad.



Silencio.



Dejadme no tener Dios,
Hablar través de burbujas llenas de aire.
Bajo el agua,
Bajo todo y cualquier pensamiento.



Estamos solos
Y por eso cantamos.



Estamos solos,
Y nos enamoramos,
El silencio.
El río.



Todo parece correr dentro de nostoros,
Las horas, la corriente, la edad, el amor.
Encorralamos la saliva hasta que se llena de palabras,
Y ahí la soltamos hacia el limbo,
De lo que es leer un libro.



Yo y vos y el canto.
El silencio.



El fin de todo, el fin de nada,
Todo empieza de novo,
La primera edición se agota en la incertidumbre,
De la cena de ayer.



Crecen alas aladas el la vencida,
Este es el canto de nosotros,
Nosotros en hastío, en trance,
En ex tase,
En ardiente orgasmo de todos los sentidos,
La vida valle la pena,
Cuando tragado desde el super ojo.



Tras manan será un otro canto,
El buenos aires demente duerme,
Le acogen los ángeles recién nacidos,
La vida viene ahí.



Qué se cuide el silencio.
El río sigue corriendo. 



La realidad me hace escuchar el grand encuentro,
Entre mis labios y la noche e el cigarro.
Y no quiero para,
No quiero apagar las velas,
La vida gitana,
Mis ojos anonadados por ella,
No voy,
No sigo,
Parado camino,
Canto,
Vivo en una caravana sentimental,
De hielo primaveral



LaLAALLAAalalalalallaLAALAL



Walt,
Ariel.
Alonso,
David,



Los abrazo con mi retina,
Los Dibujo con mi abrazo,
Los beso con las mejillas con mi corazón,
Los hago caminar por mis venas,
Mi sangre es lo que les alimenta.
Yo les pertenezco.



Sin embargo, el río sigue corriendo.



El viajen se sigue haciendo,
La silla sigue en el mismo lugar,
La lampara aun radia luz,
El cuarto ya no es un dos por dos.



Me extiendo con los brazos abiertos en la sabana de la natureza,
Mis diletantes colores sombrean las hojas de un árbol,
Caen los tres frutos,
Ya es hora de madurar y cantar.



Saludos Whitman






SUBCANTO XXVII



Lunes y martes…



Disparate, conducir un continente desde lejanas olas
Conducta aberrante de sequitos indignantes y triviales
Endulzar campos  con artificial parafraseo deshonesto
Retorica incomprendida en topografías raquíticas
Supurante alegoría irrisoria, consternante sin ruido.
Calidez encumbrada, maléfica, masacre intelectual  impía
Tortura ascendente, asombro liviano, excelsa discreción
Atorrante groso social enmarcado por células desfiguradas
Calamidad pacifista, destierro dosificador y justificante.
Acciones contritas confabuladas con  lastimosa confusión
Brillantes escusas que supervisan el aumento de metales
Castillos paisajistas de hechos históricos sobrevalorados
Pandemia causada por pandemia de origen pandémico
Filantropía descombrada en momentos letales de inseguridad
Fallo notorio desestabilizador, fortuita hipótesis sosegadora
Palladas condicionadas a no describir de forma pormenorizada
Roedores místicos, cobardía de escritorios hechos con caoba.
Notoriedad licita, leyendas permisionadas, desfalco de cerebros
Siluetas  agotadoras, imposible adquisición real o sensorial
Desquicio de la diestra, enamoramiento subjetivo redondeado
Implantación virtuosa, obtención  desenfadada eufemista.
Descubrimiento antagónico, moldeable, banal y alterado
Supremacía inmadura, llanto estridente, especie prenatal
Plastilina con aroma de propio progenitor oscuro y maldito
Total apego a la usura ancestral culposa, infructuosa verdad.
Fatalismo cortejo domina las entrañas reflejadas cerca de mi
Enfática estadística remite la discrepancia del ser y el no ser
Imperio oligárquico de capital variable, emancipación urbana
Comando septentrional, gabinete fáctico, nomenclatura falaz
A Disimilitud, gotas saladas intuyo lejanas  carisias faciales
Paladear días, creando noches, postergando oníricos panales
Derrochando tinteros bríos, enmarcando oleos incosteables
Prócer de la calle, morador y derechohabiente de buen final.  



SUBCANTO XXVIII



Violencia
muerte
final
asfixia



como muere lo que se va
vive y se queda lo que se anhela
pueden terminar o no
pero los proyectos estarán



riéndose de nosotros
sometiéndonos un rato
pregonando hegemonía
sin saber qué hacer con el cuero propio



torcí puntos de vistas para vérmelas acá y ahora
simulé que era uno y era otro, siempre
amagué lápices 5 B sin tocar madera
creo, vengo de regalo en este asunto



un recital y un campo que oxigena acaban sin avisar
pretenden contar con premeditados
así que yo acabo acá,
no aviso
y soy campo y recital



soy canto y soy final
siy garabato que extraña mientras apunta frío
sorbo gota a gota un desayuno que dañará finalmente
me alimento con lo que me limitará



canté y fui un ejercicio
soplé suplicios y esperé mandatos
supe al rato que no había con quién contar
me dije que así sería y era mi vida



puedo fingir y puedo amputar
soy lo cierra y soy los sueños
soy un bosque y soy un trueno
soy un dejo... soy un dejo...



supuse futuros y amistades de campos traviesa
compuse piezas sin mesas sin camas sin sillas sin nada
creí que suficiente sería creer
creo que con creer no se consigue nada



siento que soy un astroman
me luterjo de milésimas de luces
y
de centésimas de sombras



¡puedo ver!... ¡puedo ver!
¡más allá!...
¡puedo ver... más allá!
Pude ver....



aprieto los ojos con fortaleza
no me dejo ni me deja
soy putito según noche
quiero infinito, quiero gritar



quise cantar y acabó siendo de nosotros
no concibo maldecir en solitario
aunque entiendo mi lugar
crezco lugares y palabras de los otros



un juego empezó y soñé
no lo quería ganar pero lo gané
ahora que el juego se termina...
quiero perder... quiero perder...



canté tan convencido y despiadado
soñé tan enaltecido y consagrado
mentí seguro y constructivo
sorprende lo escueto de la selva



termino acá, sin más y bien borracho
no hay chino ni asky que me descuente ni comprenda
bebo, sueño, pago con tarjeta,
¡dónde estás, Pizarnik!



Whitman sobre la hierva respirando el oxígeno del aire
apenas mueve las manos, los brazos, los músculos de la cara
Walt nos debe una explicación... ¿no?
Waltman nos debe una explicación... ¿no?
Whitman nos debe una explicación... ¿no?



Con esos dos es como cursar una carrera a la distancia
un orgullo a la distancia...
no veo a ninguno de ellos dando una explicación...
no veo a ninguno dando nada y a la vez me lo dan todo



¿qué Waltman?
¿qué Walt?
¿qué yo?
¿qué vos?



¿qué haremos ahora sin saber cuándo volverá a suceder?
¿cómo se debe sentir si no se sabe a quién extrañar?
Puede morir mamá, papá, david y alonso...
prefiero zonzo que pensar
sostengo un modo de extrañar para adelante...



cada vez que piense la soledad del libro que haré
voy a extrañar esa complicidad
no sé extrañar
¡por suerte!



Adiè... Bye, bye... ¡Voy a vender las palomas que no enseñé a volar!
Voy a saber quiénes son y quiénes soy
voy a saber
van a saber



siento una lágrima chorrearme por la zanja del culo
¿no es absurda la poesía sin nadie a quién extrañar?
¡poesiar sin guerra mundial?
¿a quién quejamos, en realidad?



¿somos parte de una parte de hace mucho tiempo atrás?
¡sí!
¿somo parte de una parte sin rumbo hace mucho tiempo atrás?
¡sí!



¿poesía sin amar, poesía sin extrañar, poesía sin sufrir?
¿es la poesía dada a personas puntuales?
¿soy la poesía dado a personas puntuales?
¿puedo ser la poesía y, a la vez, personas puntuales?



¿alguien sabe responder lo que puedo preguntar?
¿tengo a mano un menjunje intelectual?
¿puedo saber de saber sin preguntar?
¿puedo alcanzar ese artismo sublingual?



¿seré como lo cree mi mamá tan buen artista?
¿seré como lo cree mi mamá un bueno para todo?
¿seré como lo cree mi mamá un estruendo vaginal?
¿seré como lo cree mi mamá una suerte de dilapidación de sí misma?



¡pude hacerlo!... ¡pude hacerlo!...
Y no lo hice...
¡cada vez me siento mejor si lo recuerdo!...
cada vez... cada vez peor...



Imité y subdomé tigres bacalaos
conozco amigos en Uruguay que se llaman Wenceslao
nadie queda sin mangar
ni huesos por chupar en pleno invierno



me enfermo al respirar cerca tuyo
quiero el aire y las promesas
quiero la tierra fértil
soy semilla y creo árbol todo acá



creo abandonar y desinflar
siento achicar y descomprimo
veo y vi mi malestar
continuo siendo un chico



con ganas de garchar...



hemos cantado a todo y todas
unos menos y unos más
yo menos
yo más



yo callo
tu callar
yo cantar
yo soñar
yo minar
yo brincar
yo castanear
yo sublinear
yo ¡ay!
Yo acá
sabiendo que sé cuánto hago y que saludo...
yo acá
yo acá, ¿sabés?



Aguantando...
no me dejan pestañear.




SUBCANTO XXIX



Ella Es.
Si es amor ¿lloro mi partida? no recuerdo porque no la vi
Paso aquello, se instauro y desconozco si se enraizó
¿Qué mar llora por peces que salen de casa?
No importa la respuesta, la ame.
¿Deslice mis estúpidas manos en su entidad?
No habría prudencia en mencionarlo
Nunca lo hice y no morí, ¡si moriré!…
Pensando en el sondeo del yo que es hombre y no soy yo.
Cuanto nos dimos, poco sí, sí o no, dejarlo en duda
¿A quién le es factible saber que hicimos juntos?
Mayor mérito tiene el saber de ella, de sus lunares
¿Qué lunares siempre oculta bajo las telas? Que importa
Le desnude los labios y nunca lo supo, pues juntaba las pestañas
Que tonta era, creí, yo nunca los cerré.
Locura permanente exponencial, me Salía todo bien cuando la luz era ella
Llovía y sentía que pronto habría un fruto
Ella era agua, pero yo no era Dios
Fue visceral decirle te amo de mi a ella y
De ella a mí no recuerdo, hubiera sido,
concierto de Bach sin promoción morbosa periodística.
Dormiría ella tranquila a mi lado me daría gran pesar tocarla
Seria heredero a una sanción
Contraería castigo virreinal
Su armario ¿Cómo es?
Antes de hoy no se presentó esa interrogante
Suponer es atrevido, lo diré en mi cabeza
Liviano y pequeño.
En su haber decía, nada hubo
Mentira única con que me engaño
Creer aquel apunte, era vago
Multiplicar los cabellos de la cabeza por las noches de nostalgia-
El resultado me dio, mora un alrevesado y cursi momento
Siempre bella…importaba poco.
No embalsamarse el rostro, seria mortal que lo hiciera
¿Qué pasaría si se pintara la cantera?
Se entorpece mi vista y caigo.
Laboratorio de formulas
Las matemáticas nunca fueron fuerza de dominación de mi ser
Cuando operaba mi cerebro siempre el resultado eran sus besos
A sabiendas que pocos otorgó
Admiro la estafa,
Me supo mantener marginado
¿Sueno caído?
Nada, solo resentí su ausencia de ayer y de nunca más
Planeo el reencuentro el cómo seria
Supongo, escueta parlada, mirada perdida y obviamente incoherencias monumentales
Preguntaría obligadamente ¿percibes que el cielo está en llamas?
Miento, aquel coloquio amoroso que sostengo tener no existe
Siempre fue así
El día último de mí existir seguro retumbara a los doctores,
Es mi ilusión, ella es el cielo y todo lo que en el habita






SUBCANTO XXX



La masa conjunta del universo mas allá,
Del brillo que nos trae la noche en el campo,
Esta rellena de misteriosos cantos,
De yerbas sueltas por el camino,
Tenebroso.



Los hombres y los universos,
En la callada sencilla y crispida de un momento,
Otorgan mis sensaciones en un papel timbrado,
Por un destino,
Auspicioso.



Se mis campaneros hablan,
Sus voces son un eco qué hace temblar mis entranas,
Raspan mi piel con hilos afilados de ternura,
Escucho su silencio, ahí va un canto más,
Voluptuoso.



Vuelvo a la izquierdo tras un beco,
No hay nadie bajo el carburo callejero,
La noche es una delgada luz amarilla,
Mis pensamientos almohadillados por algodón,
Los lleva una brisa, el páramo se hace,
milagroso.



Es entonces que un halo en el cielo se hace visible,
Cierro bien los ojos, 
Se me penetra una intensa certeza,
En el canto de nosotros,
Despego entonces los labios,
Y dejo entrar en mi el aire,
Venturoso.



Y sueno en esas sombras,
Que las llevan tres figuras,
Por el medio de un mato,
En cantos dados,
La Naturaleza se despierta,
El mundo ya no es algo,
Brumoso.



Palabra tras palabra,
Las silabas y las orquestas,
El murmullo se hace oceánico,
Las olas en coma,
Las miradas en suspensión,
La gravedad sucumbe,
Las estrellas colindan una con las otras,
Hay un choque térmico,
Las partículas elementales se disolven,
Nace un nuevo pensamiento,
Y elle es en canto.



El amor se hace mas audible, 
La paz es comida por los peces,
La guerra es amante de los dioses,
Baco ahora toma jugo de naranja,
E la meretriz es madre de las vírgenes,
Cleopetra seduce hormigas,
Los hombres se vuelven asexuados,
EL canto es entendimiento solo para los incas,
del mundo natural,
Darwin se equivoca,
Galileu vive en el polo Sur,
Ushuaia es la ciudad mas al norte del mundo,
Y marte es un grande banco donde se ahora plata.



Viajamos entonces celestes por las colores del alma,
Centellean los rostros incógnitos que por nosotros pasan,
La filosofía es una re-ivencion de un banquete olvidado,
Erasmo es el césar de lo que no alcanzamos.



Bebo toda esta agua insípida,
A una hora de la madrugada de una ciudad,
grande de cuevas y alcantarillada,
Bajo el suelo, bajo las palabras,
los sobrevivientes cantan,



Y cantarán para siempre el himno,
De Nosotros.












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