Subcanto
I
Salgo
de casa ahora menos incógnito,
La
mirada que trajo delante de mi rostro ya no destapa la realidad
de
los que suelen ser parte de la madrugada humana
donde
caen de la hoja como el rocío al pasto.
Aún
no comencé a decir lo que quiero,
El
silbato que resona en mi mente me confunde,
me
llama a la mesa,
Y me
llama de lejos
Y
me llama en silencio.
Cuando
la luz abre sus ojos,
el
mundo entero se vuelve hacia el destino,
que
suelen tener las ramadas de un árbol,
Un
destino cada vez mas delgado y la vez mas largo.
Así
se ubican en la calle de la vida mis piernas que hacen mi cuerpo
moverse
cada
vez en mas estrechas sendas,
cada
vez a lo largo de mas camino y en delante,
cada
vez más y cada vez más hacia, hacia, hacia los limbos del río.
Pero
todo eso se hace poco a poco,
con
la temperatura cierta del aire,
Y
con la paciencia que tiene el árbol,
En
crecer y estirarse.
La
vida.
La
orilla de la vida,
Que
oímos como un céfiro,
desde
lo mas hondo de nuestros anodados pensamientos.
Subcanto
II
La
poesía se escribe con lápiz 5B sobre papel humedecido
esto,
entonces, no es poesía
esto,
entonces, es un canto a nosotros
con
una voz tan llena que no deja lugar a respirar tranquilo
Cada
vez que asesino, siento que muero por fin
Cada
vez que presto vida, veo que mejor es regalarla
Si
clavo los ojos sobre el bajar de una cascada
acabo
relleno de lágrimas de agua
Cantar
es el comienzo de una liberación de algo
Gritar
es la exageración de un canto
y
aunque a veces me de por gritar, enardecidamente
no
puedo nunca dejar de cantar cuando agonizo
Coloqué
un zafiro sobre un ombligo cubierto de semen
resbaló
y resbaló hasta caer sobre la alfombra
tuve
el impulso de juntarlo con la boca,
de
morderlo con mis dientes agujereados.
Bebí
mi sangre un tres de diciembre
y
hoy soy el vampiro de mí mismo
ni
necesito ni merezco glóbulos ajenos
afilo
mis colmillos en ayunas, como crece el sol
En
la cabeza de un alfiler
habita
el doble de lo que la sociedad pueda pensar alguna vez
y
nosotros no conseguimos envidiarlo todavía
por
carecer imaginación y por abundar orgullo
Prefiero
el arrullo de una mujer cuando acaba
verla
tirada sobre la cama, disuelta
palpitar
las contracciones vaginales
palpitar
las expansiones que piden más
Sobre
una alfombra de limones rojos
pienso
caminar como si fuesen fuegos amarillos
cada
paso pisará una eternidad
cada
articulación programará un camino
Si
alguna vez prefiero vino, ¡no te me acerques!
Si
castigo en una prosa rabiosa a la patria
es
porque no creo en ella, ni en todas las vidas que mató
para
seguir comiendo más habitantes confundidos y, sobre todo, mal
conducidos
Hubo
una vez en que comí carne cruda
era
roja, tibia y sudaba con cada respiración
hoy
en día me da por chupar la carne
estirar
sus labios y lastimar algo de su contextura con los dientes de
adelante
La
mujer empieza desde el pie izquierdo
y
continúa en el muslo derecho
avanza
su forma con la teta del centro
y
acaba a los gritos y pidiendo siempre un poco más
Subcanto
III
Mis
manos están atadas a un canto,
Veo
en mí la parte de la hormiga que acompaña los hombres,
En
el mismo sentido que lleva al abismo,
Y
cerro los ojos y sueño.
El
murmullo se hace mas audible,
Mas
vago, mas perverso, son las gentes que caminan,
por
entre mi pensamiento que viaja,
en
el ultimo vagón del tren.
Mi
cuerpo se mezcla con tantos otros cuerpos incógnitos,
Y
todos los olores penetran en mí,
Vienen
y se van de mí,
Espolvorean
el aire que respiro.
Con
mi retina dibujo la forma,
De
esa mujer que me seduce,
Sin
saber de mi existencia me seduce,
Yo
estoy invisible y transparente,
Como
una hoja verde olvidada en el camino.
Pero
a esa mujer yo le doy vida,
La
hago sentir que se siente,
Que
alguna mano cálida molda sus curvas,
Y
que hago lineas ralladas con su melena,
extendida
al Sol, las yerbas que crecen en el alma.
Miro
y miro.
Mas
allá del costumbre de usar
los
ojos para mirar.
Es
que yo estoy ciego,Veo con los ojos cerrados,
Pasando
por un campo abierto al mar,
Con
flores y pasto y vida en la mano.
Canto.
Y
ese canto resuena por entre las paredes del alma,
Bajo
el techo del mundo.
Sus melodías son
sombras que vuelan libremente encarceladas,
En
el espacio de mi sueño,
Las
hago libres mientras en mi duermen y se alimentan.
Pero
este es el canto de nosotros,
El
canto de la lampara prendida,
Suave
y amarilla sobre la mesa de noche,
El
canto de lo libro abierto en las manos de quien en silencio canta,
En
la silla en el salón,
El
canto de la mesa que no crea raíces
Por
bajo de la alfombra y por eso no crece más,
Es
la llama voluptuosa que baila en la hoguera,
Incierta
e intensa y ardiente,
Este
canto es el canto cálido
Del
vino compartido,
De
las manos posadas sobre la hoja,
Y
los ojos virados hacia adentro.
Me
escribo y me hago sueño,
Me
canto y me adormezco,
Ensueño
y vivo,
Me
despierto y me deleito,
Canto.
Subcanto
IV
Pocos
son los palos que destinan
sonrisas
ayudan sólo en movies
parece
que sucedió una eternidad
entre
estos versos y yo
¡Tanto
hace que no me caigo de la cama...!
muero
y duermo, ahora, sobre los colchones de almidón
pretendo
una vida pretérita de semiprócer literato
mas,
nunca más que ahora, me reconozco chato
Duele,
como pestaña que cae y pincha el ojo,
reconocer
mi presente ausente de mí
acaricia,
como mimo de mamá,
sospechar
la realización de estas pretensiones anacrónicas
¡He
cometido el peor de los pecados que un hombre pueda cometer: leí!
y
al leer me leí, me supe
ahora
sólo espero remuneraciones almales
no
suelo equivocarme mucho y es, ésta, mi peor equivocación
preferí
las líneas rectas por no haberme sido presentadas,
jamás,
las
majestuosidades de las curvas
que
suela andar en curda es, apenas, una mala memoria
recuerdo
que una vez soñé participar
ese
es el peor de mis dos recuerdos
hoy,
sobre el llano, que es la tierra en sí, presiento
"Y
el tiempo sí que te olvida..."
decía
"DON ADOLFO"
pero
como murió, quizá toca a mí decir:
te
admiro, señor de los campos y de el alcohol
Me
estremece enarcar mis pestañitas
mas,
auguro las sorpresas premeditadas
de
las espadas, me gustan las que ya no tienen filo
creo
en las espadas que acarician más que en las que dañan
Como
un candombe del Uruguay, vino la vida a sucederme
me
retrajo un poco, al comienzo
logré,
con el golpe de tambor, saborear
hoy
redimo los momentos que soñé
Si
me toca masticar, pongo bien firme los dientes
las
muelas me las dejo para morder con seriedad salvaje
Decidí,
con este ultraje, que podría participar
más
que convencido estoy de lo que decidí
con
el compromiso se sospecha nuestra habilidad
"agradecido"
es la palabra que quiero pronunciar
Subcanto
V
Era
esa la hora de la madrugada,
En
que las palabras, no sé porque, no sé con que motivo,
Salen
al pensamiento como sale el día, aún si su astro,
para
prender las luces y adornar las colores en el mundo.
No
estaba dormido ni despierto,
Estaba
como en un canto, suave y melancólico,
Abrazando
una ebriedad del fondo del alma,
en
un ensueño a lo lejos de donde estoy.
Las
palabras me miraban avezadas,
Me
constituyen por entero, me moldaban,
Me
enseñaban que estaba amodorrado,
Y
en la estrecha dirección de mi sueno.
Loco.
Pero un loco con la consciencia de estar loco,
De
que esas palabras que penetraban audaces en mi cuerpo mental,
En
esa hora de la madrugada,
No
sé porqué, no sé con que motivo,
Eran
las palabras que constituyen mi canto.
Mis
cejas eran las únicas que hablaban en el medio,
Del
crudo entendimiento de las cosas,
Sintiéndome solo
y distante de mi vida,
Al
mismo tiempo parte indispensable del no entendimiento de
las cosas.
Por
mi, nada se debía enterar del no entendimiento,
De
que lo esfuerzo de los hombres en sembrar la sabiduría,
No
se compara a la siembra de una cepa,
Que
sabe curar la mente de los incautos.
Mi
canto se desvanece, ya está en mí,
En
mi cuerpo, en mis venas, en mi sangre,
Sigue
el ritmo de lo que veo, no me fatigo,
Estoy
en el camino.
Suelo
aprender con cada palabra,
Con
cada palabra nueva,
El
canto de mi amigo,
Entenderlo es
entender los hombres,
Es
entender lo que digo y lo que canto,
Sin
saber de uno y del otro.
La
cepa tiene en su verano,
Los
que los hombres tiene en su angustia,
Un
tiempo frágil de fermentación biológica,
En
que el cuerpo gana nuevas perspectivas.
Ya
lo dice, ya lo escribí.
Lo
que me asusta es que todo esto haga algún sentido,
Que
cuando los pétalos se extienden el mundo respire
paz,
Y
las abejas se van amarizarse con lo bello y lo vivido.
Estoy
en la cama escribiendo estos versos,
En
la almohada dibujo lo digo,
Me
deleito en compañía de truenos,
Dejo
me ir hacia lugares desconocidos, viajo.
Cantar
es entonces viajar.
Es
una pasión diletante del hombre en el buque,
que
sabe perderse con precisión en el mar del alma,
Que
sepa gritar...
(me
olvido del cigarro que arde en el cenicero)
Al
final, tanto que me olvido, tanto oremus en mi ser,
Tanto
canto por cantar, que vengan peces y las mariposas juntas,
escribir
en mis dedos mi enamoramiento,
De
mi cautivo anhelo en este atardecer lluvioso y cierto.
EL
cigarro ahora en mi boca, entre mis labios,
El
humo sube por mi rostro, pasa por el costado de mis ojos,
Contorna
la melena,
Su
va hacia el aire, se pierde,
Y
yo no me doy cuenta, escribo.
Así debería ser
la vida, una indecisión de observar,
Un
perderse en devaneo constante de la memoria,
Un
cuerpo femenino adorado al sol,
A
la misma distancia que calienta el deseo.
Pero
por favor, dejadme respirar canto,
Escribir
cantando, amamantar mi destino con las cordas de una guitarra,
Escuchar
todos los sonidos en mi oído derecho,
Como
un instinto sagaz y del hondo del mar.
Trajo
en mi mano abierta,
Fragmentos
de piezas de amor y vida,
Me
acompaña mi amigo, me da la mano,
Me
da su canto, crezco, construyo el pensamiento y voy un poco mas allá,
Me
duermo.
Era
esa la hora de la madrugada,
En
que las palabras no sé porque, no sé con que motivo,
Viene
besar mis labios, mis labios ascetas,
Como
las serenas en los mitos griegos,
Crecen
como la yerba en el pasto.
Así,
"fue como yerbas y no me arrancaran",
Como
todos los hombres del mundo,
Como
casi todos los hombres del mundo,
Como
pocos hombres del mundo,
Canto
para mi soledad, canto para nosotros.
Subcanto VI
El
canto de esta noche se ha esparcido
se
ha torcido y engendrado en un canto mayor
sublime
¡El
canto de hoy es un canto de felicidad!
Me
conciencio en que finalmente he ganado mi estilo
ya
no me conciernen los cantos de nadie
y
he padecido tanto y tan poco también
que
mis pies no están donde ayer los he dejado
Salí
a robarle al mundo el rincón que le deseaba
me
lo dio de tan mala gana
que
hubo que defenderlo de por vida
hoy
mis enemigos mayores son las arañas
Palmos
que trazo con mis plantas de caminar
llevan
eternamente mi gracia
quien
observe los surcos que habré de dejar
sólo
verán huellas capaces de bailar
Cuesta
cada vez menos mirar hacia atrás
el
pasado me sonríe y me toca el culo cada tanto
pero
ahora puedo gozar...
antes
era yo una gran bola de temor
Ayer
salí a pasear
me
acosté bajo un árbol de copa transparente
por
un momento el cielo fue azul y verde claro imaginario
lleno
de pájaros flotantes y nubes aladas
Tirado,
así, me dio por pensar
eso
es lo que manda la naturaleza
noté
que algo había cambiado en mí:
ya
no me quería preguntar
Tirado,
así, dio al día por lloviznar
gota
a gota, logré olvidarlo todo
rehacerme
con
el agua que cayó después, noté, curiosamente, que me secaba
Tirado,
así, dio hambre a los pájaros
y
todos comenzaron a comer de mí
abrían
mi piel, bebían mi carne
lo
único que sentí era que me curaban
Tirado,
así, se me acercó un gato malherido
lamí
sus heridas hasta que desaparecieron
luego
salió volando hacia el sol
a
mí me dio por cagarme de la risa
Tirado,
así, dio a las enfermedades por dejar la vida terrenal
lentamente,
todo se estaba curando, sanando
de
un salto, estuve de pie
el
mundo era finalmente como yo lo había soñado una vez
Subcanto
VII
No tengo nada que la sociedad desea
es
decir, no me toca soportar los males de la sociedad
vivo
al margen y sufriendo
existe
sólo lo que imagino
no
tengo auto, nadie me roba
no
tengo casa, nadie quiere quedarse con ella
no
tengo amor, eso no lo entienden
no
tengo futuro, ¡vivo a salvo de tus males cotidianos!
no
tengo envidia, todos me quieren
no
tengo orgullo, soy dios
no
tengo dinero, salgo tranquilo a la calle
no
tengo paladar, me alimenta cualquier cosa a cualquier temperatura
no
tengo región ni geografía, habito todo el puto mundo
no
tengo historia, no existe prócer que me distraiga
no
tengo arte, ...
no
tengo suerte, ...
no
tengo problemas comunes, nadie puede ayudarme
no
tengo codicias, estoy realmente solo sin eso
no
tengo ficción, vivo y oprimo todas mis realidades
no
tengo pasado, es probable que yo no exista
no
tengo desaliento, mi objetivo es mayor
no
tengo afinidades, reniego y desafino
no
tengo tiempo libre, ¡lo lamento por mí!
no
tengo la intención de ser nadie, ¡estoy perdido!
tengo
ganas, ¡olvídalo!
tengo
fortaleza, ¿dónde?
tengo
un hijo, ¿sabe quién eres?
tengo
sueños extraños, ¿contemporáneos?
tengo
buenos vecinos, ¿qué he hecho por ellos?
tengo
un perro callejero, ¿será que no quiere quedarse en mi casa?
tengo
una heladera vacía, ¿hasta dónde uno debe llenar la heladera?
tengo
una visión fortuita, ¿existen varias visiones?
tengo
una gana distinta a cada rato, ¿qué tiempo debe durar una gana?
tengo
música todo el tiempo, ¿cuál es problema con el silencio?
tengo
casi ningún dolor, ¿qué te gustaría que te duela?
tengo
las piernas fuertes, ¿a dónde has ido hoy?
tengo
tiempo y tengo odios, ¿no eres demasiado normal?
tengo
amor y tengo desengaños, ¿cuánto de cada uno?
tengo
momentos de paciencia, ¿conoces la ansiedad?
tengo
barba como quiero, ¿el largo de ella es tu desgano cotidiano?
tengo
fuerzas, ¿mueves el mundo?
tengo
ciencias, ¿qué explicaste hasta ahora?
tengo
ánimo, ¿quieres que haga memoria sobre vos?
tengo
inquietud, ¿te lo permitieron?
creo
que tengo valor, ¿no ha sido escrito eso, ya?
creo
que tengo suficiencia, ¿han muerto ya tus padres?
creo
que tengo buenas voluntades, ¿con quién te comparas?
creo
que todo acaba, ¿qué proyecto empezaste?
creo
que soy eterno, ¿te enteraste del delirio de grandeza?
creo
que no existe la mujer para mí, ¿entre cuántas podrías elegir?
creo
que existe el alcohol, ¿y qué más, señor?
creo
que nunca llegaré a fin de mes, ¡bienvenido al mundo, malcriado!
creo
que la poesía es un absurdo, ¿sabes algo de la prosa?
creo
que no existen los géneros, ¿cómo habría de guiarse la humanidad?
creo
que soy no criticable, ¿te ha blasfemado el mundo?
creo
en las personas, ¿de qué planeta provienes?
creo
que mañana es ayer, ¿qué puedes decirme de la melancolía?
creo
que no hay salida, ¿por dónde entraste?
creo
que creo en la mañana, ¿estás listo para la noche?
creo
que la carne nos pone nerviosos, ¿nerviosos o calientes?
creo
en ella, ¿y ella?
creo
en vivir, ¿por qué te desvela la muerte, entonces?
creo
en cambiar, ¿cambiar de qué?
creo
en creer, ¡estás obnubilado por la fe que no tienes en vos mismo!
no
creo en la sabiduría, ¿cuánto ganas por mes?
no
creo en la política, ¿eres un genio, acaso?
no
creo en mí, ¡bienvenido, maestro!
no
creo en vos, ¡mátenlo!
no
creo en la penumbra, ¿escuchaste nombrar el complejo de persecución?
no
creo en las drogas, ¿tanta realidad deseas?
no
creo en los semáforos, ¿logras imaginar a todas las personas
avanzando cuando lo desean?
no
creo en la policía, ¿quién cobraría los impuestos?
no
creo en los presidentes, ¡era hora!
no
creo en el trabajo, ¿pensamiento?
no
creo en el pensamiento, ¿abismo?
no
creo en el abismo, ¿te da miedo la tierra?
no
creo en nada, ¿estás listo para ese viaje?
no
creo en locuciones, ¿quién avisará las propagandas?
no
creo en enemigos, ¿conoces la traición?
no
creo en la institución, ¿cuántas pudiste elegir y hacia cuántas
te obligaron?
no
creo en la inercia, ¿al arrancar o al frenar?
no
creo en las palabras, ¿estás loco de remate?
no
creo en la jubilación, ¿un siempre joven, tal vez?
no
creo en el canto de nosotros, ¡no sabes lo que dices!
Subcanto
VIII
Voy
en el camino,
Buscando
los cerros y sus sombras,
Los
encuentro mas flacos, otros mas gordos,
Otros
con hijos, otros casados, otros ni idea,
Encuentro
una ventana abierta,
Un
rostro conocido pero incognito,
Encuentro
un voz amena y familiar,
Que
no conozco, no es mia.
Encuentro
las dudas en un rio de cerveza,
No
me encuentro acá,
Estoy
en el extranjero.
Me
arrojo al sol, no muy lejos de las cabezas que abajo solian pensar,
Porque
acalienta el sol en este hoy deciembre 29.
Ya
tengo el libro abierto sob mi piernas,
La
primera pagina merma mis anhelos,
Esta
es la viajen del tropico a lisboa.
Del
capricornio a mi espirito.
Y
yo no quiero vivir mas, quiero expresarme.
Quiero
ir con el libro bajo el brazo, en el camino,
Dejarlo
en la mesa de un café, con el rostro al sol, sin gafas.
Quiero
que lo conozcon los hombres que por mi pasan,
Quiero
la ciudad a prostarse aun como una crianza.
Quiero
solamente estar parado como una estatua,
De
piernas entrecruzadas fingindo que no escucho y que no veo,
Y
que no soy,
Pero
tener en la fronte la palabra libertad,
escrita
con el lapiz por las manos de un nino,
nada
mas.
El
libro tiene entonces un viajen por el cielo cristalino y azul,
por
una ciudad donde el amor llogra espandirse hacia el cosmos,
y
retenerse en el limbo, confiscado por una peajen de dios,
esperando
el juez y un cafe.
Y
yo atribulado y miseravelmente feliz
Subcanto IX
Se
me da sueno al cuerpo,
Las
horas no madrugan, no sé que hacer,
Para
que el reloj se mueve mas allá de su lentitud,
Cotidiana.
Voy
y vengo, quiebro las hojas bajos mis pies,
Para
que el sonido me haga sentir,
Que
el segundo pasa,
Y
la hora ajena mas cerca.
Pero
no hay hojas en el suelo,
Ni
relojes en la pared,
Ni
tiempo pasando a mi voluntad,
No
hay nada.
Hay
solo un silencio de la noche,
Y
de las gentes durmiendo,
O
a fingir que duermen.
Suspiro
lento y pausado como el tiempo..
Cuantos
cuerpos acá al lado no suenan,
Sin
tiempo ni espacio,
Solo
el viajen de la mente inconsciente,
Sobre
las tumbas muertas de la hora.
Y
yo, y yo ahí.
En
la fantasía de tus sabanas,
Moviendo
la cabeza en la almohada,
Tango
sueno, estoy en un ensueño.
Subcanto
X
Inaudita
se muestra mi mano
Es
de noche hay medio silencio
Somos
cinco en la habitación
Es
mi sangre pasmada recuerdo
Pretérito
insertado enclaustrado
Sonidos
con luces roban sueños
Bondad
de plata austera primeriza
Ojos
inertes, plenitud precoz
Sonetos,
octetos, métrica sin luz
Intimidad
obtusas, lánguida incubada
No,
no más reposo de palabras
Estúpidamente
recriminadas recuerdo
¿En
donde está el tiempo controlador?
Desembarque
de oriente, llego a mí
Varado
a mis pies, de rey o príncipe
La
decena de abriles no me conducían
Bellos
corpóreos no cubrían mi nobleza
Retargue
mi experta y nula habilidad
Cosmológica
sindéresis de un cano rulo,
Diría
que rebasaba las penta décadas de aire
Orgulloso,
desvelo de crónicas intrínsecas
Contemporáneas
sonrisas creí mirar
No
ocurrió, enmudecí no, mercantilismo si,
Materialismo,
me victimo acepte ayer
Restar
importancia a un reloj chino
precio
módico, en valor ahora murió
en
todo caso no lo recordaba, contario
Mi
viejo que me proporciono, aquel desvelo
por
un onomástico y ahora mis aniversarios
carece
de tiempo, carece de estética bruta
ausente
mi aire, ausente mi viejo.
Subcanto
XI
Se
me atragantó una buena alegría en el fondo del culo:
¡ahora
sé pensar!
Ayer
era desquicio
mañana
seré muerte y vida, y sociedad ¡nunca!
Me
vi cantando y precipitado
me
vi lloviendo y atajando piedras de hielo con las manos
vi
cómo se convertían en agua
vi
mis propios estados en esta liquidez
Cuando
fui niño soñaba mayorazgos
cuando
fui mayor creí que faltaba algo
y
ahora, que ya no sé qué carajo soy,
quiero
que venga lo siguiente
tantas
noches estropeado paseé veredas, desde cordón hasta frente
escapaba
de la curda que no se encuentra en cualquier botella
escapaba
de la curda de mí
escapaba
de algo que me conseguía a su antojo
ahora
viajo quieto, sentado y bebiendo
¡y
nunca he llegado tan lejos!
¿No
es viajar sostenerse en el aire mientras el mundo gira bajo nuestros
pies?
Sí
Sí
Sí
hoy
viajo quieto y sin combustibles
no
daño la naturaleza
más
bien me acuesto con ella
y
trato de hacer de mi lengua un profesional que pega estampillas,
miles por segundo
recojo
la saliva en baldes que guardo en mi heladera
veces
es lubricante para coger y veces es pagadero de impuestos de correos
aunque
siempre es
y
viajo
y
viajo
y
viajo
cruzo
aduanas, fronteras, tetas y culitos
viajo
fresquito desde que sé que no quiero ir a ningún lado
no
me asedian mosquitos, ni pedigüeños desamparados
hago
el viaje perfecto mientras creo que el mundo está bien
piso
playas cada tanto
cada
vez menos hay cada tantos
anoche
tuve que soñar arena para recordarla
de
la espuma del mar quedó sólo el almidón y las aguas vivas
me
meé encima toda la noche para quitar el ardor
busqué
huellas y heridas a la mañana y sólo hubo topacios
traté
con cañas de pescar y pesqué virtudes que me pertenecieron
crecí
con una almeja como reflejo de idolatría
eso
le dije a mi mamá
tres
años yo...
“cuando
sea grande quiero ser una almeja... meterme en la arena y
desaparecer...”
algo
dije que ella nunca olvidó lo que yo quise ser cuando fui chico
algo
dije
algo
dije
hoy
lo logré
hoy
soy una almeja...
Meto
la lengua dentro de la arena interminable
me
escondo
me
finjo
y
solapo
creo
en mi cascarón y en la arena de mi bolsa
soy
una lengua que bucea
una
lengua que busca humedad
una
lengua que descarta sequedades
un
lengua que quiere chupar y enterrarse viva
una
lengua que quiere besar el piso y sumergirse
una
lengua que no sabe que es lengua sino organismo
un
organismo que no sabe que es lengua sino complejos
un
complejo que no sabe que las incertidumbres son bichos comunes
una
incertidumbre que pretende sonreírlo todo
soy
un todo con una lengua grande grande grande
y
ahora que soy grande extraño la última vez que soñé con algo,
despierto
ahora
que soy grande quiero lograr mi sueño pequeño de pequeño que
sueña...
que
sueña que una almeja es un reflejo de futuro
quiero
la salubridad mental que da saber que ser una almeja es un reflejo de
bienestar.
Subcanto
XII
Si
la fuerza es absurda
más bien tengamos inquietudes
si me subes
con la boca
acá te espero
con el premio
si trabajo en
conjunto
no quiero conocer a mis adversarios
si a diario me
quedo muerto de miedo
puede que no salga jamás a la calle
si
debo combatir
lo haré sin armas
tengo un vagón de tren lleno
de palabras eficaces
y también ases
que acuden a mis manos por
las mangas
eso es viejo...
me pongo grande y siento que las
palabras vuelven y vuelven y vuelven
como ciclos como
cíclopes
monovisuales diversificados en ideas
quiero la noche
en que todo sale bien
cansado de tropiezos tropiezo aun más
como
un vicio
como el único vicio que me soslaya
hoy aprendí a
caminar...
al fin
camino y siento que crezco
que me
estiro
que por fin percibo lo que me adelantasen
veo el destino
de crecer y quiero decrecer
veo mi destino y se me ocurre una
mancha fluorescente
se me ocurren miles de luciérnagas que se
tragan los brillos
vomitando de a poco interrupciones de
oscuridad
es fácil recordar luciérnagas encendidas, ¿no?
Acá
tengo una apagada
su obscuridad es su color
y es tan profundo y
claro que no vale la pena que se encienda
que nos confunda con sus
biorritmos
¡Apagad todas las luces!
¡Ved de una buena vez a
oscuras!
¡Ved de una buena vez algo, por favor!
Nos escurrimos
entre grietas forjadas siglos atrás
¿Por dónde debe uno pasar
para poder pasar?
¡Señálenme el filtro, que yo me ajusto en
tamaño y ensoñaciones!
No me digan cómo, díganme nada
Los
estropeo en un ratito si los pienso con cuidado
son tan pequeñitos
y tan dañinos...
son tan nimios y tan biodegradables...
besan
sus dioses mi poronga
y mis huevos
tan suavecito...
tan
despacio y dulce que ofrezco mi culito
y después les rajo un
sonoro pedo dentro de la boca
ppppppprrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
¡tomá!,
¡tomá dios suyo e hijo de puta!
Acá te traigo mi olor...
tengo
también, para vos, un rancio sabor de alimentos de hace un rato
y
clavos... muchos clavos...
¿te los bancás de nuevo?
Yo creo
que sí
¿si no dónde irías a parar sin fama internacional y tan
lejana?
Uno sufre para llegar a la cima
y... luego...
luego...
jejeje...
extraña el sufrimiento
¡Qué hijos de putas somos,
¿verdad?!
¿Pagar el derecho de sufrir voluntariamente para
alcanzar objetivos?
¡Y llamarles, luego, objetivos...!
¡Qué
hijos de putas somos!
Todos hijos de María... ¡de María la
Grande!
Quitándonos los ojos a las nueve de la mañana
para en
tiempo acceder a salario
para creer que pagamos los derechos de
ser trabajadores
para ensuciarnos cada segundo un poco más con
mierda general
¡Marchad, manga de hijos de puta!
¡Marchad
derecho y haciendo buena y firme fila!
¡Marchad!
¡Marchad
cantando una buena y sonora canción guerrera!
¡Alentadse
recíprocamente!
¡Alentadse!
¡Soñad con trincheras llenas de
putas y bebidas!
¡Haced de una trinchera un espacio de
recreación!
¡Volad la vieja idea de guerra de la cabeza con una
buena imagen desesperada!
¡Hacedlo y hacedlo y hacedlo hasta
llegar a ella!
¡Hacedlo hasta que la primera bomba que caiga
sobre tu cueva de devanee el culo en mil pedazos!
¡Soñad la
guerra perfecta!
¡Eres el gran eliminador, ¡sí!, ¡sí!,
¡sí!!
¡Capacidad portas para cargarte a cientos y cientos de
soldados iguales a vos vestidos de un verde más oscuro o más claro
o con más color marrón o con menos!
¡Matad!
¡Matad de una
buena vez!...
¡¿Quién sabe cuánto falte para la próxima
oportunidad de matar sin ser sometido uno a condena?!
Creo que te
ha quedado un niño de dieciséis años vivo bajo ése árbol...
No
te creas el cuento de que su madre va a
extrañarlo...
¡Eliminadlo!
¡Ya!
¡Ahora!
Quien vive,
regresa
Regresa y te aniquila
¡No veas en su rostro infante a
un niño mal educado, mal convencido, sólo es un enemigo con
potencial de fortalecimiento que podría arremeter... que podría
someterte desde el ano y con la espada cuando descanses junto a tu
familia de esta batalla, dentro de las comodidades que te ofrecerán
mientras te cuelgan una medalla de oro (tributo viejo, demasiado
viejo) sobre el pecho, mientras te sonríen, mientras no te dicen que
has sido un elemento de guerra y sí un perfecto y adorable soldado
valiente!
¡Recordad!
¡También!
Que a la hora de la
muerte, retirado y recordando esas viejas batallas, serán los
rostros de esos niños los que regresen a decirte de frente que tu
contribución contribuyó en dañar... que las cientos de vidas
adolescentes que dilapidaste eran sólo un conjunto de pequeños
soñadores, un conjunto de niños, un conjunto de hijos tuyos que no
entendían por qué recibían tus balazos con tanta saña.
¡Te
las verás con ellos y no conmigo!, como es de imaginar.
Y si a
mí, ahora, puedes llegar a responderme algo aturdido por lo aturdido
que te viene el pensamiento... ¡no habrá palabra para intentar
aturdirlos a ellos! ¡Ellos volverán en imágenes! ¡Volverán en
fotos! ¡Retornarán a mostrarte las fotos de los destrozos en los
que tu vida se afianzó!
¡Te sonreirán... mostrándote tu
mediocridad! Y es probable que vos también sonrías... pero de
nervios.
Subcanto
XIII
Lloviendo
copiosamente, se hunde mi alma,
En
una ciudad bajo el agua.
Crezco
como una palma en el desierto,
La
saliva que sale de mi boca es el agua que alimenta los sueños.
Es
de noche y llueve, es de noche y escribo.
Me
mantengo despierto porque no quiero dejar de vivir,
Dejar
de mirar la brújula torcida por la incertidumbre,
De
mi canto.
Quiero
por veces mirar en todas las direcciones,
Pero
solo hay una que es la que me lleva hacia el destino:
La
muerte.
Mientras,
beso las pétalas y los espines.
Me
hecho al suelo tragando los rayos del sol,
Que
me queman, que me queman por favor!
Quiero
sentir el calor, quiero sentirme caliente,
Hasta
que me piel se transforme en la tez morada de la vida.
Que
toda haga sentido solo escuchando el agua besando la orilla de la
cama donde duermo,
Y
que las rocas brillan cristalinas vestidas de gotas,
Que
me miran,
Las
cascadas del otoño que viene,
Que
me abrase el verano que ya se va,
Que
me besen las mujeres que aun no llegaran,
Que
yo aun no estoy seguro de quien soy,
Que
yo aun me ahogo en el cotidiano,
Que
la noche aun me atrapa con su silencio desabotonado hasta la luna
menguante,
Acá
en buenos aires,
Sentado
detrás de una recepción fría y incógnita,
Esperando
multitudes de acontecimientos que nunca llegarán,
Volviéndome
en pasos vagos por los sueños pasados,
Es
el futuro ahora?
Es
el futuro las lámparas que veo prendidas a lo lejos?
Solo.
La
noche se me hace compañera y amiga.
Todo
lo que haga desde que estoy vivo me parece un acaso,
Una
falacia de la realidad,
Un
acontecimiento extraño y exquisito,
A
la vez necesario y fatal.
Nací
me dijeron en ese veinte y cuatro de mayo de ochenta y tres,
Eran
las doce y treinta de la madrugada,
Lloré
solo un poco,
La
vida no me parecía en ese entonces algo de complicado,
Solo
tenía que dormir y comer y beber y sentir el pecho de mi mama,
Y
tras estés anos me hice o me hizo las circunstancias y el acaso,
Un
poeta.
Pero
no un poeta típico,
Ni
tampoco un poeta profesional, solo un poeta,
Que
se refugia en el interior de una madreperla de ilusiones,
Y
ahí es donde encuentra la tranquilidad y en anhelo de la naturaleza,
De
su canto.
Me
hago entonces a despacio, resbalando como una hormiga
Que
lleva su palo de madera hacia su cueva,
Resbalando
en la lluvia minutísima que cae terna en la tierra, en el barrio.
El
barrio de mi canto.
Subcanto
XIV
Quiero
desplegar tus labios con la punta de mi lengua,
Abrirla
a despacio como quien espera un colectivo,
Con
la punta de la lengua,
Entrar
en tu boca.
Llegas
de la noche, mojada por la noche que cae de la lluvia,
Tus
labios mojados son el agua de un mar,
En
que yo antes de te ver navegaba en los sueños,
Ahora
agitado te espero en la silla, sentado.
Mi
barco tiene anclas en un muelle alquilado,
A
mis deseos.
Sois
la hermosa meretriz que vino revolver mi corazón,
Y
le ensenaste una otra posición adonde mirar,
La
ciega voluntad de vivir.
Canto
pues,
Te
amo pues,
Aunque
tu figura sea brumosa en esta noche,
Y
que tus labios se acostaran hace poco en los míos.
Quiero
desplegar tus labios con la punta de mi lengua.
Subcanto
XVI
No
me llames mas, me deleito solo, me comporto distinto.
La
embriagues arrastra la causa de la importuna mujer
que
me secuestra, me intuye,
la
pasta fina de un arrogante cielo mal educado,
sin
conceptos de respeto, deja mi huella.
Encierra
un sitio cosmopolita,
reposa
la noche pasado medio día.
Mi
mirada azul me respondió de tonalidad endeble,
nostalgia
de un suelo impropio anhelante;
La
uva fermenta recuerdos de sitios pretéritos,
la
musa desconocida que saquea mi estómago,
porque
me clichea decir el bombeo de arterias.
Me
conduzco con una mano idiomática simil
y
otra mas compleja que se asemeja con nobleza,
la
nada que es y desboca trazos,
un
mundo de mundos ajenos al que se elige,
viene
el orden y desplaza las ponderadas ilusiones
de
muerte estereotipadas,
dolor,
no que va, inútil reclamación, dos poesías intratables,
imborrables
que con el buen aire de acá
sondean
idealismos desbordados de provincias licitas,
ahora
omisas.
7
dias de impulsos desmedidos controlados,
iniciativa
contricta a la que dicta un prototipo mamado en casa,
se
viene la compuerta que cierra la nave transportante
que
desplaza al norte a coordenadas cerradas,
serán
35 las causas que mantienen ilusiones de prostituir a mi blanca
historia,
con
tintes rojos de sudor y fortaleza recalcitrante,
de
un latinismo invariable que silva en la loma con el correr de
caballos
callados
que
a la historia regreso.
Le
clamo en deseo infantil,
grito
la narración de sus hechos que son los nuestros: Libertad.
Subcanto
XVII
contingentes
monstruosos enardecen
entre
los compartimientos del mundo sur,
sur
que alagan al mundo la belleza,
síntomas
arrebatados del pasado que aun es hoy,
que
somete a mirar la estética de dos largas piernas
y
un par de ojos brillantes,
mareos
constantes de giros por doquier,
cálido
olor despedido de la feminidad bajo su cintura,
vida
plena que embriaga génesis sin claudicar,
veneno
dulce inmortal,
longevidad
que alarga la existencia,
temblores
sin peligro,
¿que
hacer con esas lineas de poesía que brotan PESSOA y caminan en el
Buen Aire?
eso
no importa cuando los olores del puerto brindan con vos,
se
convierte en el mejor trago de tu liviana existencia,
totalmente
adictivo, netamente natural,
un
poker de personas trasnochando
en
busca de la nada llamada pueblo de Dios,
despunta
la ceguera y la inconsciencia,
misma
que a sido la médula por la cual
se
derriban imperios a lo largo de nuestra historia,
en
un mundo lleno de otros tantos podríamos morir
y
asesinar por un pequeño planeta
que
simula un monte rozagante con sabor gourmet,
vengan
a conocer el cosquilleo,
arrogante
y soberbio de no compartir esa sensación
que
contiene éxtasis comprimido
en
un trabajo arduo de seducción para llegar
a
segundos tórridos indescriptibles en el momento
justo
en el que los ojos se cierran,
las
piernas se doblan y las manos se acalambran,
esa
es la piel,
la
cubierta vaga que con un simple guiño se corrompe
y
no existe mas,
se
recrea para endulzar el cansancio invariable
que
ni la matemática da posibilidad
alguna
de tangentes o sumatorias
para
proseguir después de ese final obligatorio
y
que nos lleva a la dulce derrota.
Subcanto
XVIII
cometer
un crimen sin dulces tragedias
es
no solventar el registro marcado por batallas literarias,
el
ensombreserse sin un libro en la mano
y
desocupar la otra pra redactar la sangre
que
emana a diario la habidez del conocimiento es una injuria,
es
el entorpeser el camino continuo
hacia
la posteridad sagrada de la luz,
que
dan los mortale con dotes de estetica
en
sus manos
la
lectura es el compendio de sabores dulces y elegables,
por
onde mi escritura es el portento hueco
de
un traumante momento de sospechar
que
creo que entorpesco a quienes guiñen
a
mis palabras.
Subcanto
XIX
la
poesia no siempre es bella,
puede
llenarse de pretencion,
como
ejemplo sitemos la paga,
se
convierte de un genio de la estetica en un mercenario,
sin
despresiar su validez,
sin
embargo los que gustamos de la estetica
no
siempre tenemos la razon,
la
simplesa de decir si o no en ocaciones nos ata,
no
es solo el deseo ni tampoco es amor,
cuando
hay cruze de miradas y encuentros
que
por mas que es una mujer te alto peso,
y
rostro de re-trola,
encontras
que un orto necesita ser cubierto de esmalte fino,
como
el agujero de una vivienda
que
si no se cubre se inunda,
es
igual el favor sexual que se le da a una hembra con sed de triunfo,
al
igual su corazon
es
digno de ser envalsamado de lactosa,
trasatlantica,
es
un menu distinto y no por ello menos suculento,
en
el viñedo encontramos distintas sepas
y
el paladar distingue distintos sabores y aromas,
en
el final la mejor es la que el paladar eige,
es
un arrebato,
un
atrevimiento
e
incluso para muchos un sabor agresivo,
como
el del ajo, pero igual quita el hambre,
la
terrible ambruna insaciable y descortes que agomvia en demasia,
es
un todo por el todo,
la
ruleta rusa que todos algun dia debemos de jugar
para
poder dar opinion y ponderar por el mejor buque,
el
de bellavista,
que
de bella no estoy completamente de acuerdo
y
que en lo absoluto, aquien le importa,
dice
un dicho mexicano viejo y trillado
pero
inmerorable en este momento
aplica
a la perfeccion el que escoge no coge,
a
un que preferirira no existir o no habitar
el
mundo en ese instante de comida y carne abundante,
eligiria
irectamente el postre
o
me centraria solamente en un momento etilico
con
soledad perfecta y divino tesoro.
Subcanto
XX
cometer
un crimen sin dulces tragedias
es
no solventar el registro marcado por batallas literarias,
el
ensombreserse sin un libro en la mano
y
desocupar la otra pra redactar la sangre
que
emana a diario la habidez del conocimiento es una injuria,
es
el entorpeser el camino continuo
hacia
la posteridad sagrada de la luz,
que
dan los mortale con dotes de estetica
en
sus manos
la
lectura es el compendio de sabores dulces y elegables,
por
onde mi escritura es el portento hueco
de
un traumante momento de sospechar
que
creo que entorpesco a quienes guiñen
a
mis palabras.
Subcanto
XXI
Escribir
és en mí la persona que busco,
És
como estar en mi cuarto con una calle llena de personas,
Y
todo el mundo afuera un acontecimiento de lo acaso,
Escribir
es entonces estar conmigo mismo, personalmente.
De
todas las veces que me siento vago y indiferente,
Con
la vida, con las cosas, con el destino,
El
universo pasa a ser una crección diletante de mí fantasía,
Sin
embargo, real y posible y cierta.
Me
encierro en el cuarto y el mundo se abre,
La
noche es un mero chiste de la naturaleza,
En
mi cuarto el dia raya por entre las paredes, bajo el techo,
Y
el firmamento de los suenos emergen absolutos.
Ahí,
en esa silla donde me veo escribirme,
Es
la silla donde se senta el mundo cuando se siente agotado,
De
ensuciarse en los hombres,
Qué
se hunden en sus monotonos miedos y aflicciónes.
Mi
silla és mi pensamiento, mi hogar, mi camino.
Es
lo que sostiene el alma cuando ella se va de viajen,
Y
me deja solo y triste y melancolico,
Mientras
ella toma vino en antros y se echa en cabares soplando coloretes al
cielo.
Me
doy cuenta de la presencia de un otro ente,
Que
conmigo conmparte el espacio fisico donde escribo,
Como
una mano invisible que en las espaldas nos amaga con devaneos,
Lo
siento como una sombra que baila alrededor de todos las pecas que me
componien.
Lo
siento, lo vivo, lo trago, lo saludo con mi silencio,
Le
doy de comer.
Así
és cuando uno se entera de que el universo es una cosa muy nuestra,
Ni
és real ni és fictícia,
Ni
és buena, ni mala,
Ni
es vida, ni es muerte,
Es
una cosa abstracta que transcende todo el conocimiento,
Y
toda la verdad.
Me
arrojo en ese momento al suelo,
Doy
vueltas sobre mí mismo,
Como
un loco que se da cuenta de que no esta al final enfermo,
Y
en esa desmesurada alegría lo echan nuevamente en la cárcel.
Tengo
miedo de que después de morir, tenga que vivir nuevamente,
Se
hay vida después de la muerte yo quiero morir dos veces en esta
vida,
Hago
un dos en uno. Por eso me pongo bajo de todas las intemperies,
Me
aniquilo a cada rato, me destruyo, me sangro, me hiro,
No
quiero vivir más allá de esta vida incompleta.
Quiero,
en cambio, vivir todo ahora, obsesivamente,
Agotarme
en todas las posibilidades, Dibujar varios destinos,
Ser
el árbol, no las ramadas mismas,
Ser
el árbol y las hojas que caen, nada más,
Y
todo.
Mi
cuerpo es mi ilusion en cada dia que pasa,
Por
cada dia de olvido de existir,
Mi
cuerpo, mis ojos, mis manos, mis sentidos todos,
El
olfacto paseando por un jardin selvajen y abandonado,
Olendo
las rosas y sus espinos,
La
mujer y el hombre,
El
vino y la cerveza,
La
noche y el dia,
Inspirarse
de contradicion, no hay mentira en eso,
También
no hay verdad.
Me
comporto distinto, amalgama de emociones villanas,
La
mitad del mundo es mala, la otra no sabe ser buena,
Sola
la luna me parece mirar con la aténcion de quien entiende lo que
digo,
La
luna sentada ella también, como la tierra, en un limbo ocasional,
Suciandose
de hombres y de sus frustraciones cuotidianas.
Así
que la naturelza cuando se engana,
Yo
también me engano,
Pues
la natureza humana es un engano secular,
Todos
somos malos y buenos.
Somos
todo,
Y
somos un nada.
Voy
en el camino de mi pensamiento,
Como
quien busca una direccion en el mapa,
En
camino del alma,
Como
quién busca bajo el agua una hoja de papel.
Escribo,
es cierto.
Escribo
todo eso y me parece que no estoy escribiendo nada,
Como
alguién que cuenta un cuento a una crianza que ya duerme,
Para
mi escribir nada es escribir todo,
No
me escucho ni adentro ni afuera,
cualquier
lamentacion, cualquier juicio, cualqueiro anhelo,
Estoy
solo y desperado.
Y
por eso mismo bien y en sintonia con la realidad.
La
mesa tembla un poco, quizá las palabras sean mas pesadas de lo que
yo creía,
O
que el movimiento de mis dedos sean descordenados a la voluntad de un
circo,
Quizá
la mesa tembla solo porque tiene un pie mas pequeno que el otro,
Pero
como voy a saber se no me importa.
Así
que el conocimento de las cosas es un necessidad de preocupacion
individual,
Yo
albergo la sencillez de eso en no procurar la razón de la noche,
Ni
la razón del dia.
Es
dia noche? que bueno!
Es
de dia? que bueno!
Las
cosas cambian y yo cambio con ellas. Toda la verdad del mundo es
esta.
Sentimientos?
Pasiones?
Dudas?
Incertidumbres?
Hay
una basura ahi abajo se querés.
Cuando
se llena ponelo afuera para que no ole mal, solo eso,
Y
eso es todo.
Mi
gratitud con el mundo,
Es
no tener que hacer algo para que el circula,
Para
que ele viva y respire.
Estoy
como un solo polvo en la calle,
Nadie
sabe que estoy acá,
Nadie
sabe porque estoy acá,
Moreré
incógnito, dejaré estas palabras.
Salgo
del cuarto pero voy solo hasta donde empenzen las escaleras, no bajo,
Me
quedo ahí, con los brazos colgados en la ventana abierta.
Pendo
un un cigarro y lo fumo a despacio,
Como
quien quer sentir profundamente algo entrar dentro de nostros,
EL
humo se me hace bien porque lo siento.
Veo
que hay cielo azul, algunas nubles, hay cosas, edificios, sonidos.
Me
doy cuenta que hace viento, que hay cosas como frio, calor y lluvia,
Las
imagino ahora con la seguridad de quien ya sentiu frio, calor y
lluvia.
La
realidad es ahora.
Escribo
estes versos en mi pensamiento,
Los
escribo ahora en esta hoja y ya non son los mismos,
Qué
cuando los pensé.
Ya
no tienen la misma dulcura, ya no tienen la misma mistica,
Y
esa es mi grande frustación en la vida,
No
es la mismo lo que pienso cuando lo escrita.
Hay
una distancia trascendental que centella como estrellas a lo lejos,
Así
que escribo cuando no pienso, creo,
Porque
cuando pienso siento con toda una fuerza que estoy escribindo mas de
lo que pienso.
Las
palabras se me hacen pajaros que volan alados por el aire de lo que
veo.
Así
que de todo poco valle.
Se
escribo o pienso.
Tengo
que salir a la calle y palmear al murmullo vertiginoso,
Palmear
con los ojos y con las manos, con el cuerpo,
Arrojarme
enteramente a todo y a todos,
Y
ser parte del mundo, el mundo normal y previsible y inexacto.
Ser
diferente pero indistinto,
Y
tener en la piel el sufrimiento de los demás,
Tragando
el placer en un mundano antro de perversidad.
Enfermidad
de todo el yo,
Y
sanarme así en la decadencia pura y transparente,
Y
dejar de ser el yo alma que sufre y piensa,
Y
ser el alma del yo qué no sufre y no piensa.
Ser
otro siendo yo,
En
realidades paralelas, como el cuerpo y su sombra.
Hace
un tiempo que estoy escribiendo y no dije nada todavía,
Me
doy cuenta que mi companera de casa trabaja en sus aretes,
Los
va a vender en la feria,
Tendrá
dinero inmediato.
Y
yo sé que estes versos no me darán dinero inmediato,
Ni
tampoco dinero en un futuro largo.
Porque
mis versos no dijen nada,
Son
tristes y sentimentales, abstractos, hablan de cosas que yo proprio
no entiendo,
Y
sus aretes son alegres, coloridos, y utiles. Pasean por la calle en
los oidos de mujeres,
Que
saludaran a los hombres sequiosos. Son artisiticos porque viene de
sus manos,
Y
son bellos.
Em
cambio mis versos non son echos con mis manos,
Pero
con mi pensamiento,
Y
no habrá mujer alguna que paseará con ellos en sus orejas.
Si
son bellos, es porque tienen que ser, nada más,
Es
pura casualiad que se tornan bellos,
Y
esa es mi perfeccion.
Eso
es todo,
Eso
es nada.
Subcanto
XXII
Recuerdo
un futuro una mañana
salvo
pajas del fuego y del invierno
traigo
medallas de batallas papagallas
las
oferto por sustentabilidad
dicen
que me han premiado
yo
veo que me han condenado
dicen
que peleé por todos ellos
yo
veo que todos ellos escaparon de mí
me
entregaron un fusil y una promesa
prometieron
que alimentarían a mi familia al morir por ellos
bien
hicieron los deberes para que les crea
ahora,
acá, con frío y desconcierto: le disparo a todo lo que se mueve
¡estoy
cagado de miedo!
¡no
sé reconocer a mi enemigo!
Me
brindaron abrigo, comida flaca para seis horas
balas
para tres
esperanza
para una
amor
para tiempo negativo
Pregunté
cómo contar tiempo negativo
aun
mi pregunta resuena en los vacíos que organizan
pero
yo estoy acá, sin morir pero extrañado
mi
final es previsible
una
nueva cruz blanca, bien pintada, sobre campos enemigos
mi
familia me visitará cuando vea los documentales
siempre
creyendo que llevaba lentes
siempre
fui de flojo mirar
¡si
supieran que mis gafas están bajo nueve pisadas de botas y de barro!
¿Qué
sentiría mi madre si viera cómo morí por nadie?
¿Qué
sentiría mi padre si supiera del orgullo cultural que me condenó?
¿Qué
pensarían mis próceres si compararan nuestras batallas?
¿Qué
sentiría yo si se me premiase con una nueva vida al mirar cómo
acabó ésta?
La
primera bala entró sin pensar
la
segunda ya lo tenía mejor premeditado
la
tercera me encontró con el cuerpo frío y el alma caliente
la
cuarta me remató mientras yo extrañaba pasear en bicicleta
por
donde vaga mi fantasma sólo oye que se debe cuidar de los niños
yo
tuve dieciséis antes de la cuarta bala
¿dónde
empieza y dónde termina un niño?
¿hay
condena si al morir siento que sigo siendo niño?
¿quién
condena, en realidad?
Siento
que morí de viejo a los dieciséis años
decían
que los soldados enemigos eran profesionales
yo
sólo comprendía soldados ignorantes
¿profesionales
de matar?
Nunca
fueron así las reglas que se me enseñaron al instituirme
está
tan cerca “instituirse” de “prostituirse” que da miedo
comparar
apuntados
entre semejantes nos matamos a preguntas
láser
en la frente, láser dentro de un vacío perpetuo
láser
dentro de un láser que menos hace que alumbrar
¡ganamos
la guerra, mamá!
¡SOY
SOLDADO Y SOY VICTORIA!
Ma,
¿podrías decirme qué gané mientras vi morir amigos inentendidos?
Pa,
¿estás orgulloso de que vuelva a vos asesino?
Dicen
los que armaron este lío
que
estamos bien encaminados
que
el terreno a saldar quedó saldado
que
el soldado a asesinar quedó asesinado
yo
sólo hice disparar
¡apreté
y apreté el gatillo!, ¡sin preguntar!
¡vi
volar por los aires vacas, cabras, nenes, nenas... perros!
¡Siento
que le gané una batalla a mi hábitat!
¡me
siento realmente mal, ¿sabés?!
¿dónde
recojo la pensión que haga que me sienta normal?
Puedo
ver ahora, con cien ojos, lo que una guerra era
puedo
saber ahora, con cien ojos, cómo es mirar ciegamente
salí
de casa disfrazado de verde y de marrón
volví
a casa salpicado de rojo de un hermano
¡Yo
no quería matarlo, mamá!
Pero
se puso frente mío... y disparé...
¡Yo
no quería matarlo, papá!
Pero
cuando lo vi elegí entre tu orgullo de mí y su orgullo de él
¿Alguno
de ustedes puede decirme a quién maté?
¿Dónde
está mi hermano?
Tu
hermano murió en la guerra... ¡en otro batallón!
¡Cómo!
Lo
balearon...
¿Habré
sido yo quién lo baleó?
¡he
disparado tanto... tanto y sin mirar... sin mirar y sin sentir...!
¡He
matado a mi hermano...!
Recuerdo
que en medio de la batalla...
leí
carteles que decían:
“¡No
me dispares, soy tu hermano!”
Papá,
mamá... ¡he matado a vuestro hijo a sangre fría...!
¡tan
fría que nunca pensé en quién podría estar matando!
No
te preocupes tanto, mi amor (dijeron unísonos):
¡así
son las guerras!
Pero...
pero... ¿no sienten nada por haber perdido a su hijo?...
¡¿Pueden
apagar la televisión, carajo?!
¡Han
perdido un hijo, yo un hermano!
¡No
sé qué hacer!, ¡no sé cómo debo comportarme...!
me
siento mal y bien a la misma vez...
cumplí
mi objetivo: ¡maté a los que tenía enfrente, armados!
¿Quién
puede confirmar que no tuve a mi hermano, sin querer, enfrente mío y
armado?
Ya
pasará...
Pero...
¡¿cómo puede ser?!
¡Maté
a mi hermano! ¡Con mis manos...!
Las
manos se lavan...
Mañana
hay que ir a trabajar...
Maté
a mi hermano de sangre y presiento que lentamente...
lentamente
seré parte del ejercicio, mismo ejercicio malvado,
que
hará que lo olvide y que lo cuelgue de los museos de la familia...
retrocedo
mil años: hermano muerto en guerra bien muerto está.
No
hay forma de salir del ciclón,
orgullo
y patria son siempre los peores enemigos
nos
inoculan siempre los peores enemigos
somos,
al final, los peores enemigos de nosotros.
Después
llegó, con el tiempo, otra guerra que parecía importante
una
guerra que era distinta a las anteriores pero nacía igual:
sin
explicaciones ni consuelos: ¡sólo ordenes de matanza!
No
estuve yo en ésta ni maté a mi hermano...
pero
supe de personas que estuvieron y mataron a su hermano
supe
de personas como vos y como yo
cien
años después... cometiendo la misma barbarie
supe,
cuando supe de esas personas, que la calamidad no perece
supe
mucho y saber siempre asusta
ahora
dejo flores en tumbas al azar
aunque
no leo siempre leo el nombre de mi hermano sobre el mármol
papá
y mamá creen que educaron bien.
Subcanto
XXIII
No
estoy seguro de que la falena blanca,
En
el otro dia me habló,
No
me acuerdo, falena blanca, que es lo que dijiste,
Pero
sé que me desperté hecho harapos.
Falena
blanca, falena blanca,
En
el alma te fuiste a grunar, alta y perversa,
Y
no me dejaste escuchar mis pensamientos,
Me
arrojaste al suelo como a una collita,
Y
te fuiste acostar en un otro sueno que no era el mío,
Falena
blanca, falena blanca.
Que
es lo que pasó entre los dos,
Mientras
nos tocabamos en la noche honda y escura,
Y
ciega.
Falena
blanca, falena blanca.
Ma
atrapaste en un abrazo de corrientes,
El
remolino era tan vertiginoso, tan vertiginoso,
Que
solo supe dejarme ir,
dejarme
entregue a su destino,
Falena
blanca, falena blanca.
Hacia
el pozo de la mente, el mar, el mar,
Y
la noche, y la noche,
Qué
hiciste falena blanca, falena blanca,
Con
mis dos pies que sostenian mi mundo,
Con
que navaja los cortaste,
Que
ya no puedo mas caminar, oh falena blanca, falena blanca!
Y
adelante, entraba el dia salindo de su noche,
Aún
me acompanabas con una corchea falsa,
Falacia
en tus ojos coloridos,
No
eras vos, no eras vos,
Quien
yo queria en mi cuarto,
Entre
las paredes de mi espirito,
Oh
falena! oh falena!
Qiuero
que sepas, falena,
Que
te escribo ya en un otro dia,
Mi
consciencia se acerca e se aleja, a una cosa y de otra.
No
te quiero mas, me encuentro en mí.
Estoy
solo y escribo y dibujo con todas esas letras que se quedaran,
en
ese dia, en esa noche, oh falena! oh falena!
mal
vestidas en tu vezero y usado cuerpo.
Oh!
falena blanca!
Subcanto
XXIV
Silencio,
no el que viene,
Pero
lo que se va.
Silencio,
no de no escuchar,
El silencio mismo,
el que está en mí.
Silencio opaco
y vacío.
Silencio de
no haber ni siquiera silencio.
Silencio de
las cosas, de las materias,
Silencio mudo,
lo del aire.
Silencio físico y
por eso mismo espeso,
Silencio del
alma y por eso mismo qué no habla
Silencio en
mi cuarto, ventanas abiertas, puerta abierta,
Nada
entra, nadie quier entrar, ni el silencio.
Silencio que
no existe,
Silencio de
miedo, de las sin fin montanas.
Silencio de
la noche,
La
noche que duerme, no la que vive.
Ese silencio que
abrazo,
Silencio es
la muerte.
Subcanto
XXV
No
me vengas a besar en la media noche,
No
vengas hacia mis labios deshacer la noche,
Con
los cantos que compuse un momento antes.
No
vengas para eso, no vengas para nada,
Seducir
mis ojos con tus largas piernas,
Arregladas
hace poco en el baño con la crema de tu perversidad,
No
vengas por favor mirarme con tu pecho lleno de gritos,
Sospechosos
y lascivos,
Anhelantes.
No
vengas calcar mi tranquilidad con tus fantasías,
De
esta noche.
Pero
se quieres venir, que vengas,
Pero
en canto,
En
el canto de nosotros.
El
canto suave en que las lenguas se mezclan y reproducen la química,
Con
que nos echamos en la cama, deseosos y inmundos.
Se
así quieres venir, se así quieres consumir y tragar,
La
noche de nuestros cuerpos,
Viene
pues, pagaremos la entrada con billetes falsos,
En
este antro que imaginamos,
Boca
con boca.
Es
el primero de marzo,
Pero
no el primero beso,
Ya
tuvo tu saliva nadando dentro de mi boca,
Buscando
un lugarejo donde podría volar libremente,
Sabes
que sí, ¿no?
Esta
es mi boca,
y
dentro de mi boca hay islas y islotes y mares y arenas y cuentos de
hadas.
Y
cuartos desnudados,
Puertas
sin cerradura,
Ventanas
sin persiana,
Camas
sin sabanas,
Mesa
con botillas de vino y velas apagadas,
Por
el soplo de nuestros fogosos suspiros.
No
vengas sino para hacer de esta noche la noche,
En
que te quito poco a poco, a la velocidad de la luz,
Tu
sexo oculto en tus piernas.
Te
escribo porque te estoy esperando.
Te
veo desde el panóptico de mi mente,
Bajando
las escaleras con tus tacones,
Me
decís que no,
Con
tus hermosas espaldas,
Me
decís que sí,
Con
tu silencio inoportuno, fuera de todas las lógicas,
Latino
americana.
Pero
yo te quiero y mucho
Tu
pequeña boca anclada en la mía,
Tu
respiración dándome aire, llenándome mis pulmones,
Calentándome
el alma y la noche,
Es
de noche y tu vestido también.
Y
de repente parece que no hay lugar para nosotros,
En
el canto del amor,
Se
me hace crudo el rechazo pero yo subo arriba,
Arriba
de los 125 pesos que me pagan para estar acá,
Esperando
un beso tuyo.
Pero
nada importa al final,
Se
las cuentas que hacemos son positivas y la ganancia sugiere que el
camino,
Va
hacia el destino.
Sí,
no importa,
Pero
el alma pide siempre la nostalgia de algo pasado,
La
saudade de un momento efémero.
Un
beso más, un momento más,
Un
poco de la misma lluvia de ayer.
Una
voluntad igual y reciproca.
Que
aniquile el sueno,
Que
construye la pasión.
Que
el remordimiento sea un dolor físico e que la desesperanza,
Duele
en el hígado,
Que
las convulsiones que se dan en las cejas,
Sean
la consecuencia de tu no mirada,
Que
la negación, el despreso, la indiferencia y el rechazo,
Me
duelan como un espinazo al lado del corazón.
Pero
te quiero y te quiero ya,
Y
ya dormida, en un ensueño en que no estoy presente,
Pero
algo me dice que estas llorando,
Que
tus lagrimas mojan la fonda donde acostas tu melena,
Que
estás sola y con miedo,
Con
miedo de venir hacia mí,
Desnuda
de miedos y incertidumbres,
Que
los hechos son al final la única cosa que llevamos con nosotros para
la tumba,
Eso
y el canto.
Pienso
en todo eso mientras vivo todo esto.
Es
raro el humano.
La
mujer suele ser la embriaguez necesaria para que podamos pensar,
En
sufrir,
En
gozar,
En
desear,
En
planear,
En
fantasear.
Te
espero sin embargo porque hasta las ocho tendré que me quedar acá,
Sentado
en esta silla vulgar,
Sintiéndome
celoso por la noche,
Por
tu cama,
Por
tu ropa,
Celos
del cielo y de la vida,
Con
celos de no poder estar dentro de ti como vos,
Celoso
de un no logro,
De
que nada fue hecho para alegrar mi espirito,
Para
satisfacer mi alma,
Para
tranquilizar mi pensamiento,
Para
dar levedad a mi cuerpo.
Nada…Solo
algo muy raro y extraño de ti…
Porque
te ibas,
Y
te quedaste,
Sin
embargo no te quedaste por mí, ni por nadie, ni por ti,
Ni
por la noche,
Tu
compartimiento se hace voluble a las tentaciones carnales,
Pero
huiste, ¿donde fuiste?
¿Echar
la culpa mediocre de estar vivo,
Y
tener responsabilidad por los sentimientos?
Te
pido ahora, se es que me puedes escuchar,
Que
salgas de la cama,
Vení
vestida como quieras,
Pero
vení,
Hacia
mí,
Que
estoy por detrás de este balcón solo y indeseado,
Besarme
la mejilla,
Humedecer
mi sexo y mi futuro de esta noche,
No
seas connivente con la sociedad educada,
Por
costumbres que aniquilan sueños,
Veni
suelta y libre,
Con
la boca torcida de placer,
De
no dormir un sueno tranquilo.
El
amor que nace ahora corre a galope,
Por
las yerbas y los pastos,
EL
páramo aun está lejos pero ya se ve,
Sin
nadie para el caballo,
¿Donde
iré yo esta noche?
Sino
quedarme callado escribiendo para que pueda sentirme en vos,
Y
en nadie más.
Qué
resentimiento este…
Tristeza
que me transporta hacia ninguno lugar,
Ni
al abismo, ni a la muerte,
Ni
al silencio.
Mi
única voluntad es de cerrar todo y quedarme solo,
Sin
darme cuenta que el mundo afuera tórtola,
Sin
mí, sin vos, sin nosotros,
Sin
el canto.
¿Es
esto el amor?
La
insostenible pasión por alguien,
Sin
aroma, sin fragancia, sin adorno
Que
no sea lo que construimos en nuestra fantasía?
¡Ojalá!
Que
el ritmo se mantenga así, crispido y apasionado,
Crudo
y terno,
Calmo
y sinuoso.
La
noche. La noche que viene y que se vá,
Y
no contesta,
Qué
no habla,
Qué
no respira.
Solo.
En
una casa de gente que pasa y no se queda,
No
hay huellas ni marcas,
No
hay verdad,
Ni
ilusiones,
No
hay esperanza porque no hay gente,
Que
sepa dar aliento,
A
la tempestad del amor.
Así
son las cosas, así son las horas que pasan
Sin
que se enteran de qué cuando pasan,
El
mundo cambia y los hombres lloran.
Pocos
son los relojes que dan las horas ciertas,
Y
qué regalan momentos.
La
muerte se hace as audible, más constante, más corta.
Nací
para sentir todo esto.
Nací
para vivir y sentir y mirar al mundo desde mi ojo descubierto.
Las
hojas seguirán bailando colgadas en alguna ramada,
De
algún árbol,
En
alguna tierra ajena.
Y
yo acá,
Sosteniendo
el mundo que creo,
Viviendo
las horas en besos fecundos de cerveza,
Y
de cantos.
SUBCANTO
XXVI
Una
bruma transparente llega hasta mí de lejos,
En
un momento en qué me echaba en sabanas,
qué
descansaban en el suelo,
Dormidas
también como el viento,
Como
las voces de la naturaleza.
Abro
los brazos, canto,
me
amansan las plantas aún por florar,
Se
despiertan los pájaros encogidos en sus nidos,
Se despierta toda
nuestra fortaleza.
Me
arrojo, me deleito, pongo la lengua de fuera,
Y
Bebo agua de un riachuelo,
Extiendo
los ojos hacia el brillo,
Qué
baila en un remolino de espejos.
Nosotros
y el mundo,
Y
el mundo sin nosotros.
El
río sigue corriendo,
Y
es muy difícil mantener ese río,
Cuando
el corre dentro de nosotros.
Es
ahí que el mundo se contorse,
En
un espasmo clónico,
Se
revolve el movimiento de andar,
Y
el cantar se hace caminando.
Somos
tres frutos colgado en un árbol,
Maduros
y vivos e pensativos,
Anhelantes
por el atardecer,
Atizados
por la noche.
Judíos, Moros,
Persas, Gregos, Filósofos, Degenerados.
Chinaskys
multiplicados por cien vagos famélicos
Al
olor de la basura,
Olvidada
en una esquina.
Sin
embargo, nos miramos desde un panóptico sentimental,
El
cuerpo en cada un es el reflejo del la duda,
Las
olas de nuestras miradas,
Hunden
mitades de ciudades.
Y
el río sigue corriendo.
LalalaLalaLalLalala
Sin
embargo todo es un ritual,
En
qué los cuerpos se mezclan,
Bailando
alrededor de un canto,
A
la noche, bajo la luna, en un ensueño.
La
hoguera pinta nuestros rostro de fuccia y violeta,
Nadie
nos reconoce,
Estamos
libres y desmemoriados por la gente,
Somo
el teatro de nuestro canto.
Lanzamos
cohetes solo con el pensamiento de cantar,
Escribiendo
en las partituras,
Los
acordes de todos los instrumentos musicales,
Silencio.
El
río sigue corriendo,
Y
nadie quiere escucharlo.
Silencio.
Apenas
me dí cuenta de la música,
Traída
a la zaga de un chimango,
En
cola del tiempo y de los deseos,
Ya
me crecían alas aladas de la vecindad.
Silencio.
Dejadme
no tener Dios,
Hablar través de
burbujas llenas de aire.
Bajo
el agua,
Bajo
todo y cualquier pensamiento.
Estamos
solos
Y
por eso cantamos.
Estamos
solos,
Y
nos enamoramos,
El
silencio.
El
río.
Todo
parece correr dentro de nostoros,
Las
horas, la corriente, la edad, el amor.
Encorralamos
la saliva hasta que se llena de palabras,
Y
ahí la soltamos hacia el limbo,
De
lo que es leer un libro.
Yo
y vos y el canto.
El
silencio.
El
fin de todo, el fin de nada,
Todo
empieza de novo,
La
primera edición se agota en la incertidumbre,
De
la cena de ayer.
Crecen
alas aladas el la vencida,
Este
es el canto de nosotros,
Nosotros
en hastío, en trance,
En ex
tase,
En
ardiente orgasmo de todos los sentidos,
La
vida valle la pena,
Cuando
tragado desde el super ojo.
Tras manan será
un otro canto,
El
buenos aires demente duerme,
Le
acogen los ángeles recién nacidos,
La
vida viene ahí.
Qué
se cuide el silencio.
El río sigue
corriendo.
La
realidad me hace escuchar el grand encuentro,
Entre
mis labios y la noche e el cigarro.
Y
no quiero para,
No
quiero apagar las velas,
La
vida gitana,
Mis
ojos anonadados por ella,
No
voy,
No
sigo,
Parado
camino,
Canto,
Vivo
en una caravana sentimental,
De
hielo primaveral
LaLAALLAAalalalalallaLAALAL
Walt,
Ariel.
Alonso,
David,
Los
abrazo con mi retina,
Los
Dibujo con mi abrazo,
Los
beso con las mejillas con mi corazón,
Los
hago caminar por mis venas,
Mi
sangre es lo que les alimenta.
Yo
les pertenezco.
Sin
embargo, el río sigue corriendo.
El
viajen se sigue haciendo,
La
silla sigue en el mismo lugar,
La
lampara aun radia luz,
El
cuarto ya no es un dos por dos.
Me
extiendo con los brazos abiertos en la sabana de la natureza,
Mis
diletantes colores sombrean las hojas de un árbol,
Caen
los tres frutos,
Ya
es hora de madurar y cantar.
Saludos
Whitman
SUBCANTO
XXVII
Lunes
y martes…
Disparate,
conducir un continente desde lejanas olas
Conducta
aberrante de sequitos indignantes y triviales
Endulzar
campos con artificial parafraseo deshonesto
Retorica
incomprendida en topografías raquíticas
Supurante
alegoría irrisoria, consternante sin ruido.
Calidez
encumbrada, maléfica, masacre intelectual impía
Tortura
ascendente, asombro liviano, excelsa discreción
Atorrante
groso social enmarcado por células desfiguradas
Calamidad
pacifista, destierro dosificador y justificante.
Acciones
contritas confabuladas con lastimosa confusión
Brillantes
escusas que supervisan el aumento de metales
Castillos
paisajistas de hechos históricos sobrevalorados
Pandemia
causada por pandemia de origen pandémico
Filantropía
descombrada en momentos letales de inseguridad
Fallo
notorio desestabilizador, fortuita hipótesis sosegadora
Palladas
condicionadas a no describir de forma pormenorizada
Roedores
místicos, cobardía de escritorios hechos con caoba.
Notoriedad
licita, leyendas permisionadas, desfalco de cerebros
Siluetas agotadoras,
imposible adquisición real o sensorial
Desquicio
de la diestra, enamoramiento subjetivo redondeado
Implantación
virtuosa, obtención desenfadada eufemista.
Descubrimiento
antagónico, moldeable, banal y alterado
Supremacía
inmadura, llanto estridente, especie prenatal
Plastilina
con aroma de propio progenitor oscuro y maldito
Total
apego a la usura ancestral culposa, infructuosa verdad.
Fatalismo
cortejo domina las entrañas reflejadas cerca de mi
Enfática
estadística remite la discrepancia del ser y el no ser
Imperio
oligárquico de capital variable, emancipación urbana
Comando
septentrional, gabinete fáctico, nomenclatura falaz
A
Disimilitud, gotas saladas intuyo lejanas carisias
faciales
Paladear
días, creando noches, postergando oníricos panales
Derrochando
tinteros bríos, enmarcando oleos incosteables
Prócer
de la calle, morador y derechohabiente de buen final.
SUBCANTO
XXVIII
Violencia
muerte
final
asfixia
como
muere lo que se va
vive
y se queda lo que se anhela
pueden
terminar o no
pero
los proyectos estarán
riéndose
de nosotros
sometiéndonos
un rato
pregonando
hegemonía
sin
saber qué hacer con el cuero propio
torcí
puntos de vistas para vérmelas acá y ahora
simulé
que era uno y era otro, siempre
amagué
lápices 5 B sin tocar madera
creo,
vengo de regalo en este asunto
un
recital y un campo que oxigena acaban sin avisar
pretenden
contar con premeditados
así
que yo acabo acá,
no
aviso
y
soy campo y recital
soy
canto y soy final
siy
garabato que extraña mientras apunta frío
sorbo
gota a gota un desayuno que dañará finalmente
me
alimento con lo que me limitará
canté
y fui un ejercicio
soplé
suplicios y esperé mandatos
supe
al rato que no había con quién contar
me
dije que así sería y era mi vida
puedo
fingir y puedo amputar
soy
lo cierra y soy los sueños
soy
un bosque y soy un trueno
soy
un dejo... soy un dejo...
supuse
futuros y amistades de campos traviesa
compuse
piezas sin mesas sin camas sin sillas sin nada
creí
que suficiente sería creer
creo
que con creer no se consigue nada
siento
que soy un astroman
me
luterjo de milésimas de luces
y
de
centésimas de sombras
¡puedo
ver!... ¡puedo ver!
¡más
allá!...
¡puedo
ver... más allá!
Pude
ver....
aprieto
los ojos con fortaleza
no
me dejo ni me deja
soy
putito según noche
quiero
infinito, quiero gritar
quise
cantar y acabó siendo de nosotros
no
concibo maldecir en solitario
aunque
entiendo mi lugar
crezco
lugares y palabras de los otros
un
juego empezó y soñé
no
lo quería ganar pero lo gané
ahora
que el juego se termina...
quiero
perder... quiero perder...
canté
tan convencido y despiadado
soñé
tan enaltecido y consagrado
mentí
seguro y constructivo
sorprende
lo escueto de la selva
termino
acá, sin más y bien borracho
no
hay chino ni asky que me descuente ni comprenda
bebo,
sueño, pago con tarjeta,
¡dónde
estás, Pizarnik!
Whitman
sobre la hierva respirando el oxígeno del aire
apenas
mueve las manos, los brazos, los músculos de la cara
Walt
nos debe una explicación... ¿no?
Waltman
nos debe una explicación... ¿no?
Whitman
nos debe una explicación... ¿no?
Con
esos dos es como cursar una carrera a la distancia
un
orgullo a la distancia...
no
veo a ninguno de ellos dando una explicación...
no
veo a ninguno dando nada y a la vez me lo dan todo
¿qué
Waltman?
¿qué
Walt?
¿qué
yo?
¿qué
vos?
¿qué
haremos ahora sin saber cuándo volverá a suceder?
¿cómo
se debe sentir si no se sabe a quién extrañar?
Puede
morir mamá, papá, david y alonso...
prefiero
zonzo que pensar
sostengo
un modo de extrañar para adelante...
cada
vez que piense la soledad del libro que haré
voy
a extrañar esa complicidad
no
sé extrañar
¡por
suerte!
Adiè...
Bye, bye... ¡Voy a vender las palomas que no enseñé a volar!
Voy
a saber quiénes son y quiénes soy
voy
a saber
van
a saber
siento
una lágrima chorrearme por la zanja del culo
¿no
es absurda la poesía sin nadie a quién extrañar?
¡poesiar
sin guerra mundial?
¿a
quién quejamos, en realidad?
¿somos
parte de una parte de hace mucho tiempo atrás?
¡sí!
¿somo
parte de una parte sin rumbo hace mucho tiempo atrás?
¡sí!
¿poesía
sin amar, poesía sin extrañar, poesía sin sufrir?
¿es
la poesía dada a personas puntuales?
¿soy
la poesía dado a personas puntuales?
¿puedo
ser la poesía y, a la vez, personas puntuales?
¿alguien
sabe responder lo que puedo preguntar?
¿tengo
a mano un menjunje intelectual?
¿puedo
saber de saber sin preguntar?
¿puedo
alcanzar ese artismo sublingual?
¿seré
como lo cree mi mamá tan buen artista?
¿seré
como lo cree mi mamá un bueno para todo?
¿seré
como lo cree mi mamá un estruendo vaginal?
¿seré
como lo cree mi mamá una suerte de dilapidación de sí misma?
¡pude
hacerlo!... ¡pude hacerlo!...
Y
no lo hice...
¡cada
vez me siento mejor si lo recuerdo!...
cada
vez... cada vez peor...
Imité
y subdomé tigres bacalaos
conozco
amigos en Uruguay que se llaman Wenceslao
nadie
queda sin mangar
ni
huesos por chupar en pleno invierno
me
enfermo al respirar cerca tuyo
quiero
el aire y las promesas
quiero
la tierra fértil
soy
semilla y creo árbol todo acá
creo
abandonar y desinflar
siento
achicar y descomprimo
veo
y vi mi malestar
continuo
siendo un chico
con
ganas de garchar...
hemos
cantado a todo y todas
unos
menos y unos más
yo
menos
yo
más
yo
callo
tu
callar
yo
cantar
yo
soñar
yo
minar
yo
brincar
yo
castanear
yo
sublinear
yo
¡ay!
Yo
acá
sabiendo
que sé cuánto hago y que saludo...
yo
acá
yo
acá, ¿sabés?
Aguantando...
no
me dejan pestañear.
SUBCANTO
XXIX
Ella
Es.
Si
es amor ¿lloro mi partida? no recuerdo porque no la vi
Paso
aquello, se instauro y desconozco si se enraizó
¿Qué
mar llora por peces que salen de casa?
No
importa la respuesta, la ame.
¿Deslice
mis estúpidas manos en su entidad?
No
habría prudencia en mencionarlo
Nunca
lo hice y no morí, ¡si moriré!…
Pensando
en el sondeo del yo que es hombre y no soy yo.
Cuanto
nos dimos, poco sí, sí o no, dejarlo en duda
¿A
quién le es factible saber que hicimos juntos?
Mayor
mérito tiene el saber de ella, de sus lunares
¿Qué
lunares siempre oculta bajo las telas? Que importa
Le
desnude los labios y nunca lo supo, pues juntaba las pestañas
Que
tonta era, creí, yo nunca los cerré.
Locura
permanente exponencial, me Salía todo bien cuando la luz era ella
Llovía
y sentía que pronto habría un fruto
Ella
era agua, pero yo no era Dios
Fue
visceral decirle te amo de mi a ella y
De
ella a mí no recuerdo, hubiera sido,
concierto
de Bach sin promoción morbosa periodística.
Dormiría
ella tranquila a mi lado me daría gran pesar tocarla
Seria
heredero a una sanción
Contraería
castigo virreinal
Su
armario ¿Cómo es?
Antes
de hoy no se presentó esa interrogante
Suponer
es atrevido, lo diré en mi cabeza
Liviano
y pequeño.
En
su haber decía, nada hubo
Mentira
única con que me engaño
Creer
aquel apunte, era vago
Multiplicar
los cabellos de la cabeza por las noches de nostalgia-
El
resultado me dio, mora un alrevesado y cursi momento
Siempre
bella…importaba poco.
No
embalsamarse el rostro, seria mortal que lo hiciera
¿Qué
pasaría si se pintara la cantera?
Se
entorpece mi vista y caigo.
Laboratorio
de formulas
Las
matemáticas nunca fueron fuerza de dominación de mi ser
Cuando
operaba mi cerebro siempre el resultado eran sus besos
A
sabiendas que pocos otorgó
Admiro
la estafa,
Me
supo mantener marginado
¿Sueno
caído?
Nada,
solo resentí su ausencia de ayer y de nunca más
Planeo
el reencuentro el cómo seria
Supongo,
escueta parlada, mirada perdida y obviamente incoherencias
monumentales
Preguntaría
obligadamente ¿percibes que el cielo está en llamas?
Miento,
aquel coloquio amoroso que sostengo tener no existe
Siempre
fue así
El
día último de mí existir seguro retumbara a los doctores,
Es
mi ilusión, ella es el cielo y todo lo que en el habita
SUBCANTO
XXX
La
masa conjunta del universo mas allá,
Del
brillo que nos trae la noche en el campo,
Esta
rellena de misteriosos cantos,
De
yerbas sueltas por el camino,
Tenebroso.
Los
hombres y los universos,
En
la callada sencilla y crispida de un momento,
Otorgan
mis sensaciones en un papel timbrado,
Por
un destino,
Auspicioso.
Se
mis campaneros hablan,
Sus
voces son un eco qué hace temblar mis entranas,
Raspan
mi piel con hilos afilados de ternura,
Escucho
su silencio, ahí va un canto más,
Voluptuoso.
Vuelvo
a la izquierdo tras un beco,
No
hay nadie bajo el carburo callejero,
La
noche es una delgada luz amarilla,
Mis
pensamientos almohadillados por algodón,
Los
lleva una brisa, el páramo se hace,
milagroso.
Es
entonces que un halo en el cielo se hace visible,
Cierro
bien los ojos,
Se
me penetra una intensa certeza,
En
el canto de nosotros,
Despego
entonces los labios,
Y
dejo entrar en mi el aire,
Venturoso.
Y
sueno en esas sombras,
Que
las llevan tres figuras,
Por
el medio de un mato,
En
cantos dados,
La
Naturaleza se despierta,
El
mundo ya no es algo,
Brumoso.
Palabra
tras palabra,
Las
silabas y las orquestas,
El
murmullo se hace oceánico,
Las
olas en coma,
Las
miradas en suspensión,
La gravedad sucumbe,
Las
estrellas colindan una con las otras,
Hay
un choque térmico,
Las partículas elementales se
disolven,
Nace
un nuevo pensamiento,
Y
elle es en canto.
El
amor se hace mas audible,
La
paz es comida por los peces,
La
guerra es amante de los dioses,
Baco
ahora toma jugo de naranja,
E
la meretriz es madre de las vírgenes,
Cleopetra
seduce hormigas,
Los
hombres se vuelven asexuados,
EL
canto es entendimiento solo para los incas,
del
mundo natural,
Darwin
se equivoca,
Galileu
vive en el polo Sur,
Ushuaia
es la ciudad mas al norte del mundo,
Y
marte es un grande banco donde se ahora plata.
Viajamos
entonces celestes por las colores del alma,
Centellean
los rostros incógnitos que por nosotros pasan,
La filosofía es
una re-ivencion de un banquete olvidado,
Erasmo
es el césar de lo que no alcanzamos.
Bebo
toda esta agua insípida,
A
una hora de la madrugada de una ciudad,
grande
de cuevas y alcantarillada,
Bajo
el suelo, bajo las palabras,
los
sobrevivientes cantan,
Y
cantarán para siempre el himno,
De
Nosotros.